Albert Rivera abandonó la vida pública el pasado 11 de noviembre, un día después de que su partido, Ciudadanos, perdiera 47 escaños y quedara relegado a la sexta plaza en el Congreso de los Diputados. Un varapalo anunciado por las encuestas que la planta noble de los naranjas, dirigida por el otrora líder del partido, no creyó, confiando en una remontada que no se produjo.

El dirigente fue el primero en abandonar el barco. Menos de 24 horas después, junto a sus excompañeros, dio una rueda de prensa en la sede de la formación en la que anunció su marcha: “Los líderes son los primeros que deben depurar responsabilidades cuando se pierde”, anunció, antes de agradecer a sus compañeros de viaje el trabajo realizado y desear lo mejor a la formación que encabezó y que sigue buscando un líder que le suceda.

Este martes Albert Rivera ha dicho adiós al Congreso de los Diputados. Lo ha hecho a través de su perfil de Instagram, donde ha publicado junto a su antiguo escaño: “Hoy es el último día para recoger las cosas de la legislatura anterior. No he querido dejar pasar la oportunidad de pasar por esta Cámara maravillosa”.

“Gracias por habernos dado esta oportunidad. Como sabéis me marcho, porque para mí ser diputado era un honor y no solo una nómina. Estoy agradecido y lo estaré siempre a este país por haberme dejado ser parte de vuestra voz. Viva la libertad”, sentencia.