El por un presunto delito de violencia de género contra su ex mujer. El alto Tribunal considera que la exposición motivada remitida por el juzgado de Las Palmas de Gran canaria no está suficientemente argumentada y ha devuelto la causa a dicho juzgado. La Fiscalía sí había pedido que el Supremo le investigara.

La ex mujer no presentó la denuncia, el juzgado sí
El ex ministro siempre defendió su inocencia y enmarcó todo el episodio en un proceso de divorcio muy complicado con un fuerte enfrentamiento entre la pareja. La ex mujer, Natalia de la Nuez, recordó en varias entrevistas que ella nunca había denunciado ni denunciaría a su ex marido, pero al mismo tiempo afirmaba haber sido víctima de malos tratos síquicos y físicos. En declaraciones a El Mundo aseguró que había sido "víctima de maltrato físico y psicológico desde el 2000, pero no lo denuncié por miedo", con lo que según ella serían 15 años de maltrato.

Sin embargo la ex mujer relató también que los problemas comenzaron cuando ella descubrió que su marido le era infiel, que le dio una segunda oportunidad pero le siguió engañando. Juan Fernando López Aguilar abandonó el domicilio que compartían hace casi un año.

Los bomberos a casa dos veces en 15 días
La historia está llena de interrogantes. Juan Fernando López Aguilar asegura que su ex mujer no aceptaba la separación, que entró en un proceso depresivo y recuerda que los bomberos tuvieron que presentarse en su casa dos veces en 15 días. En una de las ocasiones tanto Natalia de la Nuez como sus dos hijos menores estaba dormidos, la mujer "desorientada" y "con olor a alcohol", según consta en el parte policial. Se había dejado una sartén al fuego que originó un pequeño incendio.

Ni servicios sociales ni la fiscalía de menores avisaron al padre
Es precisamente ese segundo incendio el que lleva a la policía a indagar, pregunta a los vecinos (en su mayoría parientes de la exmujer) quienes relatan las broncas entre la pareja y que Natalia de la Nuez en ocasiones parecía estar en estado de embriaguez. La policía y la Fiscalía tramitan de oficio una investigación por violencia de género, pero llamativamente no actúan ni los servicios sociales ni la Fiscalía de menores. Nunca avisaron al padre de los incidentes en el domicilio que supusieron un peligro evidente para los hijos de la pareja ni se activó protocolo alguno sobre la seguridad de los menores.