La llegada del autobús de Hazte Oír a Pamplona no ha estado exento de polémica una vez más. La Policía Municipal ha retenido al autobús a la entrada de la capital navarra, para pedirle que taparan su logotipo, que el propio portavoz, Ignacio Arsuaga, ha cubierto con unas pegatinas.

La reanudación de su marcha ha sido custodiada por varios manifestantes al grito de “Hazte Oír, kanpora [fuera]” y enarbolando la bandera arcoíris y carteles con el lema “Odio no es libertad de expresión”.

Tras pasar frente al Parlamento de Navarra, que estaba custodiado por agentes forales, ha emprendido su camino por el Paseo de Sarasate hacia el Palacio de Navarra, donde está el Gobierno foral. En esta calle, el autobús ha atropellado a una manifestantes, que ha tenido que ser trasladada al hospital en ambulancia, según relata la televisión pública vasca.

Los manifestados han gritado proclamas como "fascistas" o "no sois bienvenidos",  y mensajes contra la transfobia y por la diversidad.  Otro de los momemntos de mayor tensión ha llegado cuando los manifestantes han golpeado el autobús y han utilizado un rotulador para pintar en el autobús "Alde hemendik" [fuera de aquí].

Ignacio Arsuaga ha vuelto a aprovechar la polémica para hablar ante los periodistas, pero rodeado de activista que gritaban contra la transfobia. El portavoz de Hazte Oír ha dicho que quería ir al Parlamento a presentar un manifiesto exigiendo que se respete la "libertad de expresión de los ciudadanos que no compartimos la ideología de género".