Última actualización hace 7 meses
Tras las primeras intervenciones de los portavoces de todos los grupos parlamentarios, María Jesús Montero tomaba la palabra de nuevo para retomar su ofensiva contra un PP que se ha visto "radicalmente sólo". "Aquí podríamos dejar el debate", ha arrancado la vicepresidenta primera con cierta sorna. Tirando de retranca y espoleada por los aplausos de la bancada socialista, la número dos de Sánchez inteperlaba a Juan Bravo (PP) para reclamarle una "intervención más seria". "Todos piden al PP sentido de Estado", ha deslizado.
"Nadie de una negociación sale de la misma manera que entra cuando hay un acuerdo. En esto consiste el diálogo. La democracia se alimenta de ello", precisa la ministra de Hacienda, constatando la soledad del PP, quien a su parecer no puede ofrecer "una alternativa a los ciudadanos". "¿Qué propuestas tienen para esta cuestión? ¿Qué proyecto político para este país?", se pregunta Montero, al tiempo que subraya que los conservadores no disponen de margen de maniobra para "tejer alianzas". "Ni tan siquiere con Vox", ha apostillado.
ERC y Junts han afrontado el debate sobre financiación autonómica en Cataluña para escenificar sus discrepancias. Los neoconvergentes, sobre quienes se posan todas mientras Moncloa busca puntos en común para atraerlos hacia el 'sí' a la senda de estabilidad, afean a los republicanos el acuerdo suscrito con el PSC, asegurando que no se puede equiparar al régimen del País Vasco.
Entre tanto, el portavoz republicano en el Congreso, Gabriel Rufián, afea a los de Puigdemont que desdeñen un concierto económico que siempre habían demandado. El dirigente de ERC ha recordado a Junts que el modelo pactado con los socialistas es idéntico al que los postconvergentes llevan en sus programas electorales. Entre tanto, el parlamentario de Junts Josep María Cruset ha retado a Montero a decir si se trata o no de un "concierto económico".
Rufián ha enumerado los acuerdos previos alcanzados por su grupo y los socialistas, precisando que su apoyo a las iniciativas de Moncloa siempre ha partido de la "negociación", al contrario de las prácticas habituales de los postconvergentes. Por su parte, los de Nogueras han repasado los pactos de sus adversarios con el Estado desde la pasada legislatura para concluir que se trataban de anuncios "grandilocuentes" que se han perdido por el camino. "Siempre a cambio de nada", ha reprochado Cruset.
Por su parte, concluido el turno del Partido Popular, el portavoz económico de Vox, Pablo Sáez ocupaba su sitio en la tribuna del Congreso de los Diputados. El ultraderechista daba un paso más en el "ruido" que Montero atribuía a la oposición de las derechas. Sáez considera que la financiación singular catalana comporta un "perjuicio de la unidad de España" que, al contrario de lo defendido por el Gobierno, "no favorece ni la igualdad ni la equidad". "O alguien recibirá menos o todos pagaremos más", apunta. En este sentido, el diputado de Vox cree que se trata de una "conspiración criminal" tanto de PSC como de Esquerra Republicana de Catalunya (ERC), precisando que su formación plantea una enmienda a la totalidad de la propuesta.
Juan Bravo asumía la titularidad en el debate parlamentario con María Jesús Montero. El responsable económico del PP subía al atril para tirar por tierra los aproximadamente 45 minutos de intervención de la vicepresidenta primera del Ejecutivo, acusándola de no haber "dicho nada" sobre el acuerdo, pese a haber garantizado que "no quiebra la solidaridad interterritorial".
En este sentido, el parlamentario conservador ha replicado a la ministra de Hacienda, a la que afea que el hilo conductor de su alocución ha sido "criticar" al Partido Popular. Así, los conservadores insisten en su rechazo al concepto de financiación singular para Cataluña, al que se refieren como "secesionismo fiscal" tal y como registraron en la petición de comparecencia de Montero.
Por ello, entienden que el acuerdo PSC-ERC no es sino una fábrica que "crea independentistas de primera y españoles de segunda", además de "traicionar" los principios de "convivencia y romper la igualdad entre españoles". "Erosiona la solidaridad", ha expuesto Bravo.
La vicepresidenta primera, que ha acusado a los populares de “practicar una política fiscal irresponsable”, ha garantizado que el concepto de “solidaridad” no está en jaque con el acuerdo suscrito entre el PSC y Esquerra Republicana de Cataluña. “Aseguramos que para un extremeño o gallego, la provisión de servicios de su autonomía tiene que estar al nivel de la que tiene un catalán, con un esfuerzo fiscal similar”, ha verbalizado Montero, quien preguntaba al PP si de verdad esta cuestión “atenta” contra el principio de igualdad.
Así, el acuerdo no hace sino blindar la autonomía catalana y garantiza la solidaridad, además de avanzar en una “visión compartida” de federalismo. “Este acuerdo supone un estímulo y la oportunidad de aproximarnos al debate de financiación autonómica con una nueva mirada. Tenemos que salir de ese callejón sin salida porque los territorios se mantienen en posiciones de máximos”, expone la número dos de Sánchez, quien entiende que esta situación ha llevado a todos al “inmovilismo” porque nadie está dispuesto a ceder en pos de un “acuerdo global”. “Tenemos que ser capaces de ponernos de acuerdo; primero, en el interior de nuestros partidos, y después en esta Cámara”, ha apostillado.
Por lo tanto, para Montero un debate sobre financiación autonómica no puede desarrollarse en el campo de batalla de actual, donde predomina la “estrategia de confrontación territorial”. “Va de cómo somos capaces de incorporar tecnología al sistema sanitario o de cómo conseguir que la Educación pública sea de calidad y se convierta en ascensor social o sobre cómo garantizamos la mejora de la dependencia y atención a los más vulnerables…”, ha ejemplificado la vicepresidenta primera, que subraya que han de ser capaces de avanzar y que permita “aspiraciones de mayor autogobierno” y que conduzca a un estado autonómico descentralizado, que garantice la solidaridad y reconozca singularidades. En suma, describe el concepto solidaridad como “todo” a lo que el PP se ha opuesto o “ha boicoteado” en el Congreso de los Diputados, haciendo especial hincapié en su voto en contra de los objetivos de déficit contra el criterio de las autonomías que lo respaldaron.
Montero continúa su alocución con una alusión a la única inmersión del Partido Popular en este debate en clave propositiva. La vicepresidenta primera ha recordado el “decálogo” elaborado por los conservadores que el líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, presentó con una puesta de escena similar al del Palacio de la Moncloa. “Qué larga y qué cuesta arriba se está haciendo la legislatura si el PP tiene que buscar decorados presidenciales para animar a su propio líder”, ironizaba la número dos socialista, afeando a sus adversarios que reclamasen “lealtad institucional”.
Una “lealtad institucional” que tiene una lectura bien distinta a ojos de la vicepresidenta primera, quien entiende este concepto como el trabajo incesante “al servicio del país” y “al margen” de las siglas políticas. Por ello, no entiende como los conservadores extienden esta demanda mientras “van al extranjero a para hablar mal de España”. “Lo dicen sin ningún pudor”, ha abundado una María Jesús Montero que exponía un incremento de 300 mil millones de euros repartidos por el Ejecutivo a las autonomías desde que Sánchez es presidente del Gobierno, en comparación con la Administración que lideró Mariano Rajoy hasta el 2018.
La vicepresidenta primera arranca su comparecencia con un toque de atención al Partido Popular, al que urge a mantener un debate “serio, riguroso y constructivo” sobre una cuestión “nuclear” para el funcionamiento del país. Se pregunta si la iniciativa de la que nace esta comparecencia -a petición de los conservadores- parte de la estrategia de confrontación con Moncloa de los “territorios” de signo popular. María Jesús Montero espera que sus señorías del Grupo conservador se hayan leído el acuerdo y que las “dudas o infundios” que se han vertido sobre el pacto PSC-ERC se hayan disipado.
La ministra de Hacienda afea al principal grupo de la oposición su desinterés por hablar de financiación y les achaca que solo buscan ensordecer un debate riguroso bajo un estruendoso “ruido” y fango. En este sentido, ha advertido de que el Gobierno no caerá en este tipo de provocaciones y les ha instado a regresar a una oposición constructiva y abandonen la estrategia de “destrucción” que, a su juicio, sólo favorece “que crezcan los ultras tanto dentro como fuera de su partido”. “Dejen de hacer política en España para Cataluña. Queda en evidencia que carecen de alternativa y proyecto”, ha deslizado Montero.
En este sentido, la vicepresidenta primera ha recordado que no hace tanto la formación conservadora defendía un modelo “singular” para Cataluña. Se ha retrotraído hasta los tiempos en los que Josep Piqué lideraba el PP catalán o incluso cuando el actual líder de la formación, Alberto Núñez Feijóo, sostenía que se podía hablar de este tipo de cuestiones “cuando era presidente de la Xunta de Galicia”. De inmediato, ha abordado las “contradicciones” estratégicas de los populares, sugiriendo cierta hipocresía al haber territorios bajo su dominio que demandan más dinero al Gobierno mientras dan la espalda a los objetivos de déficit. “¿Dónde está la coherencia del PP? Cuesta trabajo seguir el hilo argumental. Contradicciones sin propuestas sinceras”, ha rematado.
Al margen de la comparecencia de la vicepresidenta primera, el Congreso tiene previsto aprobar este jueves el plan de trabajo de las comisiones de investigación sobre los atentados yidahistas en Barcelona y Cambrils (Tarragona) de 2017 y de la encargada de reabrir pesquisas sobre la llamada 'Operación Cataluña', así como el listado de comparecientes que desfilarán por esta última.
Según apuntan fuentes parlamanterias, el PSOE está ultimando acuerdos para poder recabar el apoyo de todos sus aliados parlamentarias para intentar activar cuanto antes ambos órganos, que se consistuyeron el pasado 28 de febrero, pero aún no han empezado a trabajar.
Cada una de las comisiones se reunirá a puerta cerrada para sellar esos acuerdos, que se tomarán por voto ponderado, es decir, teniendo en cuente el peso que cada grupo parlamentario tiene en el Pleno.
Estas dos comisiones de investigación, y una tercera sobre el espionaje a independentistas con el programa 'Pegasus', fueron pactadas por el PSOE con ERC y Junts en agosto de 2023 a cambio del apoyo de estos dos grupos a la elección de Francina Armengol como presidenta del Congreso.
La intervención de Montero se producirá en medio de las negociaciones con Junts para conseguir sacar adelante los objetivos de estabilidad, después de que el Gobierno decidiera aplazar su tramitación al no contar con los apoyos suficientes para sacarlo adelante.
La condición de Junts para apoyar esta senda de estabilidad es que las comunidades autónomas puedan disponer de un tercio del límite total del déficit, algo que supondría quitar unos 12.000 millones de euros en capacidad de gasto a la Administración General del Estado que pasaría a manos de las autonomías.
Para el Gobierno, lo planteado por Junts va demasiado lejos, pero se ha mostrado dispuesto a moverse para alcanzar un acuerdo con la formación independentista que permita sacar adelante la senda de estabilidad.
En mitad de todo esto, ERC ha criticado que el PSOE no se plante ante el "chantaje" al que le somete Junts en cada votación que pasa por el Congreso tras los últimos distanciamientos, y ha avisado que la senda de estabilidad también la tendrán que negociar con los republicanos, que tienen sus propias reivindicaciones.
La vicepresidenta primera y ministra de Hacienda, María Jesús Montero, protagonizará este jueves un debate monográfico en el Pleno del Congreso sobre el acuerdo suscrito por el PSC con Esquerra Republicana de Catalunya (ERC) para la investidura de Salvador Illa. Un pacto del que emanó el compromiso del Ejecutivo de buscar fórmulas para aplicar una financiación singular en Cataluña y que ha levantado polvareda entre las diferentes autonomías, incluyendo algunas de signo socialista.
La comparecencia de Montero nace de una petición del Partido Popular, como la que se celebró en el Senado nada más arrancar el presente curso político, para explicar el "secesionismo fiscal que ha acordado con sus socios de forma bilateral y fuera del sistema de financiación de Comunidades Autónomas de régimen común, a cambio de presidir la Generalitat de Catalunya y seguir presidiendo el Gobierno de España".
A principios del mes de septiembre, Montero ya asistió al Senado, también a petición del PP, para abordar la misma cuestión. Entonces, la vicepresidenta primera encuadró el acuerdo en la "solidaridad" del sistema para garantizar un nivel similar de servicios públicos en todas las autonomías, pero siempre que se lleve a cabo también un "esfuerzo fiscal similar".