Con la salida de Iñigo Errejón por un presunto caso de acoso sexual, y la consecuente remodelación del Grupo Plurinacional Sumar, el partido encabezado por Antonio Maíllo, Izquierda Unida, no dio por cerrado el proceso, quedando así insatisfechos con dicha reforma. Errejón fue sustituido por Verónica Martínez Barbero, se ajustaron algunos roles en las comisiones de la Cámara, pero muchas de las exigencias de IU quedaron sin atender y siguen hoy sobre la mesa.

Entre estas reivindicaciones destaca el cambio de nombre del grupo parlamentario, para evitar la confusión entre el Movimiento Sumar, el partido fundado por Yolanda Díaz, y el espacio Sumar en el Congreso. Aún más relevante para IU fue la petición de reconfigurar los puestos de la primera línea del grupo, especialmente las portavocías adjuntas, de manera que se respetara el peso político de cada candidatura en la distribución de la representación. La situación, que sigue sin resolverse, mantiene a IU con la portavocía sustituta a través de Enrique Santiago, lo que equivale a ocupar el quinto lugar tras Barbero, Aina Vidal, de Catalunya en Comú, Águeda Micó, de Compromís, y Jorge Pueyo, Chunta Aragonesista, y Vicenç Vidal, Més per Mallorca, que se turnan en el cargo.

Izquierda Unida sostiene el mayor peso territorial de la confluencia, gracias a su fuerte implantación en Andalucía y Asturias. Es IU quien proporciona a Sumar buena parte de sus sedes y recursos, por su arraigo en el territorio. Le siguen, en un papel muy inferior, Comunes y Más Madrid, fuerzas que, pese a su relevancia en sus respectivos territorios, han sido sistemáticamente apartadas del reparto del poder interno. En un escalón aún menor se sitúan los partidos regionalistas y nacionalistas, que han logrado cuotas desproporcionadas en el grupo.

Ahora, la marcha de Águeda Micó al Grupo Mixto, decidida para romper la sumisión a un Gobierno del PSOE con el que ya no quiere colaborar, deja una vacante que obliga a tomar decisiones. La salida de Més per Mallorca es el siguiente terremoto que se avecina: su marcha podría desatar una recomposición total en el grupo. Según trasladaron fuentes de Més, la ruptura no se ha oficializado por un empate técnico en la asamblea, que los estatutos exigen dos tercios y, por ahora, nadie se impone. Pero el debate sigue abierto y la fractura parece cuestión de tiempo.

Además, Més per Mallorca, harto de la negativa de la confluencia a abandonar el Gobierno pese a los escándalos de supuesta corrupción que salpican al PSOE, ya tiene un pie fuera del grupo parlamentario. La asamblea de MÉS lo dejó en el aire por ahora, bloqueada por un “empate técnico” entre quienes exigen la ruptura y quienes prefieren seguir atados a Sumar. Pero la decisión, que parece cuestión de tiempo, según fuentes del grupo en Madrid, se por hecho que el adiós de Vicenç Vidal es inminente.

La salida de Més per Mallorca es un terremoto que obliga a redistribuir piezas. El movimiento lógico sería que Alberto Ibáñez, el segundo diputado de Compromís, ligado a Iniciativa del Poble Valencià, asuma el lugar de Més junto a Jorge Pueyo. No se descarta que Chunta Aragonesista sea el siguiente en romper filas, pero, por ahora guarda silencio pese a que las tensiones internas sean evidentes.

La plaza vacante

La clave ahora está en la portavocía adjunta que deja vacante Àgueda Micó. IU y Más Madrid mueven ficha para reclamar un espacio que les ha sido negado sistemáticamente pese a su peso político. IU defiende que Enrique Santiago suba un peldaño y herede la posición de Micó. En cambio, dentro de Sumar hay quien empuja para que se promocione a Tesh Sidi, que ha ganado visibilidad en los últimos meses por su defensa de las causas saharauis y su proyección pública.

La salida de Àgueda Micó al Grupo Mixto, tras rechazar seguir atada al Gobierno pese a los casos de supuesta corrupción que cercan al PSOE, ha encendido todas las alarmas. La asamblea quedó bloqueada por un empate técnico entre los partidarios de la ruptura y quienes prefieren seguir bajo el paraguas de Sumar, pero todo apunta a que el adiós de Vicenç Vidal es cuestión de tiempo. Desde el grupo en Madrid lo dan por hecho.

La marcha de Micó arrastra, además, vacantes en distintas comisiones: Hacienda, Educación, Agricultura o la investigación de la DANA. Si se suma la de Vidal, quedarían huecos en Trabajo, Industria, Política Territorial o Transición Ecológica. Eso sí, dentro de Sumar reconocen que, a diferencia de la crisis de hace seis meses, las bajas de ahora dejan un escenario más propicio para el consenso. Entonces, nadie con portavocía adjunta quiso ceder nada. Ahora, el tablero está abierto.

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