Los estatutos del PP, sin no han sido abolidos esta mañana, recogen que no se podrá desempeñar más de un cargo territorial de presidente o secretario general en el partido, ni acumular a este más de un cargo de representación institucional, local, autonómica o nacional; o lo que es lo mismo: la ministra de Defensa, María Dolores de Cospedal, no debería ser bajo ningún concepto estatutario secretaria general del PP, ni mucho menos presidenta del mismo partido en Castilla-La Mancha, ni tampoco diputada nacional por la circunscripción de Toledo desde las elecciones de diciembre de 2015, ya que los mismos estatutos, que permanecen al día de hoy vigentes, señalan con claridad que “la condición de diputado al Congreso es incompatible con el desempeño de (…) presidente del partido…” ¿Por qué, entonces, los estatutos no se aplican a la secretaria general del Partido Popular que todavía quiere, presiona e instiga para compatibilizar este cargo con sus tareas ministrables de Estado?

“Cospedal puede desempeñar más de una tarea”

Es la pregunta que se están haciendo miles de militantes del PP y que con toda seguridad formará parte de las enmiendas estrella que se presenten en el congreso nacional que el partido celebra en Madrid del 10 al 12 de febrero. A pesar de este clamor militante, nadie en el staff de Génova 13 se atreve a descartar la continuidad de Cospedal, que ya advirtió a los periodistas de que no se iban a librar de ella, máxime después de que este lunes el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, haya asegurado en una entrevista del diario gallego El Faro de Vigo que, “Cospedal acredita méritos más que suficientes para desempeñar con éxito cualquier tarea política y para desempeñar más de una también”. Viniendo de un gallego no es que sea una confirmación de Cospedal como “número dos” del partido, pero tampoco despeja la situación futura de su secretaria general.

Cospedal recorre La Mancha

Pero por muy “capacitada” que esté y sus “meritos” sean hábiles para otorgarle el don de la omnipresencia, ya nadie duda de que Cospedal deberá dejar alguno de los cuatro cargos orgánicos e institucionales que ostenta en la actualidad (ministra, diputada, secretaria general del PP y presidenta del PP de CLM). En este sentido, fuentes conservadoras consultadas por ELPLURAL.COM aseguran que “Dolores dejará la presidencia del PP castellano-manchego si se mantiene al frente de la secretaria general, aunque sea de forma testimonial y subordinada a un coordinador que podría ser Maíllo”, concretan. Fuentes que dicen que Cospedal se está despidiendo de los principales dirigentes del PP manchego, de ahí la frenética tournée que ha llevado a cabo durante el mes de diciembre, compatibilizando sus visitas a Castilla-La Mancha con las de los destacamentos militares españoles en distintos países.

Bandera feminista para defender su pluriempleo

Ahora bien, si el congreso del PP se tuerce, si la presión de los barones se intensifica y Mariano Rajoy sacrifica a Cospedal en aras de su propia supervivencia, entonces, la ministra permanecerá al frente del PP castellano-manchego ya que para formar parte del núcleo dirigente del partido es “condición sine qua non” ostentar un poder territorial, y Castilla-La Mancha, a pesar de que el partido perdió la presidencia de la Junta, los ayuntamientos de Ciudad Real y Tomelloso y las diputaciones de Toledo y Albacete, todavía mantiene a 10 diputados y 15 senadores. Presiones que también llegan desde el bando “cospedaliano”, sobre todo desde “El clan toledano”, que acusa de “machistas” a los que se oponen a la compatibilidad de Cospedal como ministra y secretaria general del partido. “Por qué una mujer no puede desarrollar el mismo trabajo que  desarrolla un hombre”, suele decir la portavoz de la ministra en Castilla-La Mancha, la senadora Carmen Riolobos.

Pocos barones a favor de Cospedal

Está claro que a día de hoy lo que diga Rajoy irá a misa y no tendrá ni una contestación, salvo, tal vez, la del presidente de la Junta de Castilla y León, Juan Vicente Herrera, que no es la primera vez que pide renovación en el partido y que no ve con buenos ojos la continuidad de Cospedal. Y es que son pocos, muy pocos (con dos dedos se pueden contar), lo barones que apoyan a la actual secretaria general del PP, quemada, como está, por los numerosos casos de corrupción que han azotado al partido y que a partir de este mes comenzarán a ser enjuiciados, señalando en no pocas ocasiones a Cospedal como “número dos” de Génova, algo que el partido no pude permitirse a estas alturas.