Fue la primera pregunta. Casi sin presentación, previa. Ana Pastor lanzó el interrogante directa: ¿Es Pedro Sánchez un golpista? "Yo no dije eso", se apresuró a contestar Pablo Casado, que después se enredó a explicar el verdadero significado de sus palabras. Lo que sí dejó claro en los primeros minutos de su entrevista en el programa El Objetivo que emite La Sexta es que la situación en Cataluña "es peor" que hace un año. 

Reconoció que Pedro Sánchez es presidente "de forma legítima", aunque después de afirmar lo contrario. 

En la segunda pregunta, sobre si un Gobierno debe opinar sobre procesos judiciales abiertos, también se mostró ambiguo el líder de los populares, estableciendo doble vara de medir en función de si el Ejecutivo es de su color o del de la oposición. 

Nada que negociar

No tardaron muchos minutos la presentadora y su invitado en enfrentarse. Casado insistió en su argumentario y en la necesidad de recuperar el 155, pero en una versión todavía más dura. "No lo digo como qué contentos estamos de adoptar esta solución, es que ya se ha agotado todo. No hay nada que negociar", sentenció. 

Pastor se mantuvo firme y le interrogó entonces acerca de si es este discurso con el que el PP tiene intención de presentarse a las elecciones catalanas. Casado, sorprendido apeló a la "legalidad, a la convivencia" e insistió sobre "la ruina económica" a la que se ha abocado a Cataluña.  

También la hemeroteca puso contra las cuerdas a Casado. El programa recuperó sus declaraciones sobre la ilegalización de los partidos independentistas y después de que Pastor resaltara que de su postura se desprende que ilegalizaría un partido como ERC,. Casado volvió a dudar "No exactamente". 

Estamos donde siempre

El líder de los populares negó un giro a la derecha de su partido, así como la radicalización de su discurso. "Tenemos que defender nuestros principios y al mismo tiempo hacer oposición".  "Se sigue la misma pauta que se hizo con Aznar y con Rajoy", dijo. Le recordaron entonces que este mismo sábado defendió que Susana Díaz llevaba en su lista a Otegui, Puigdemont, etc,... "Es una forma de hablar en un mítin", sentenció Casado, "como cuando Susana dice que insultamos a los andaluces", insistió.

"Hay cierta superioridad moral por la cual a nosotros nos pueden decir de todo", justificó el presidente del PP, que defendió las palabras de la exministra Tejerina: "No lo dice ella, lo dice PISA". 

Casado se negó a contestar si a su juicio Vox es un partido de ultraderecha, y solo dijo que "hay ideas que comparto y otras que no, como la de abolir las autonomías". Recalcó que "hay cierto interés de que se hable de Vox desde que el Partido Socialista llegó al poder", pero ni  la trampa que le tendió Ana Pastor para que definiese a Podemos, del que dijo que es "populista", sirvió para sonsacarle una calificación a Casado de la formación de Santiago Abascal. "Lleva mucho tiempo ahí y no me preocupa", zanjó. 

Sí a recuperar la ley de 1985 sobre el aborto 

Muy significativo es que la única cuestión sobre la que no ha dudado Pablo Casado es sobre la relativa al aborto. Afirmó que recuperaría la ley de 1985, que definió como "una ley de consenso" y que se asemeja a otras del "entorno europeo que tenemos". 

El Valle de los Caídos, ni relevante, ni urgente

Para el líder de los populares la exhumación de los restos de Franco no era "ni relevante, ni urgente". "No gastaría un euro en desenterrarlo ni en enterrarlo", afirmó. "La transición fue ejemplar. Aquí no ha habido impunidad", subrayó.