Mientras todos los focos alumbraban a la madre de todas las guerras fratricidas, la librada entre Pablo Iglesias e Íñigo Errejón, el extremo derecho del tablero político ha sido azotado por una ciclogénesis de proporciones aún incalculables. La diputada nacional de Vox Malena Contestí ha renunciado a encabezar nuevamente una lista electoral de cara al 10N y se ha dado de baja del partido con una carta que ha resultado más dura que cualquier columna de opinión contra la formación de Santiago Abascal que se haya publicado hasta la fecha. Sus acusaciones han generado un cruce de declaraciones y descalificaciones que ha dado lugar a tuits escritos de madrugada y borrados de inmediato.

Contestí cofundó Actúa, formación con la que Vox rubricó una coalición electoral en Baleares. En su misiva denuncia que todos aquellos ideales por los que decidió entrar en política tales como la unidad de España, la lucha contra el secesionismo, los derechos linguïsticos, la libertad económica han sido defenestrados por el partido. “Aquella ilusión inicial se ha tornado poco a poco en una profunda decepción tras la coalición electoral que provocó millegada a Vox, decepción derivada de la imposición de un dogmatismo que golpea como un yunque en todos aquellos ideales que parecieron hacer a Vox necesario”, lamenta.

Los “múltiples escándalos de supuestas irregularidades que no solo no se investigan sino que se protegen, la exclusión y el insulto constante a los demás partidos, demagogia, homofobia y extremismos varios” son algunos de los motivos que han provocado su decisión: "He sentido profunda vergüenza viéndome relacionada con un oportunista independentista como Salvini".

Y es que, considera que en Vox “lo importante es hacer ruido para salir en prensa” y con tal de obtener esa victoria, “todo vale, incluso la manipulación”: “Una foto con la bandera del movimiento gay es motivo de expulsión del partido”, aqueja; y denuncia que se ha vinculado “directamente el terrorismo con la inmigración” aún a sabiendas de que se “manipula la realidad”.

“Vox es un movimiento extremista y antisistema”, sentencia Malena Contestí.

Guerra tuitera de madrugada

La carta ha hecho mella. Un auténtico torpedo a la linea de flotación de Abascal. Y como era de esperar, no tardó en recibir respuesta.

Uno de los primeros fue Iván Espinosa de los Monteros, quien a través de un vídeo publicado en su cuenta de Twitter quiso dejar en evidencia a la diputada. “La semana pasada indicó que era un honor haber servido a nuestro partido. La metamorfosis repentina que acabamos de conocer le va a resultar difícil de explicar. En la vida hay que saber cómo marcharse”.

Contestí respondió precisando que ella dijo que había sido un honor “servir a todos los españoles en el Congreso”, no “servir al partido. Los españoles no son el partido”.

La secretaria general del Grupo Parlamentario Vox, Macarena Olona, salió al paso con un tuit en el cual acusaba a Contestí de deslealtad y apuntó a que su decisión responde a que Vox optó por apartarla de las listas. Contestí le recordó que tanto Espinosa de los Monteros como el propio Abascal hacía 48 y 24 horas respectivamente aseguraron públicamente que repetiría, por lo que la afirmación de Olona sería falsa.

Además, lanzó un dardo difícil de esquivar: “La deslealtad no sé cómo la llevas, porque no sé si tú te callarías ante la prensa como hice yo cuando me lo ordenaste”. Estas palabras fueron escritas ya de madrugada. Y resultaron tan afiladas que Olona ha optado por borrar el tuit en el que la acusaba de desleal.