Canadá ha rehusado, por segunda vez, permitir la entrada al país del expresident de la Generalitat Carles Puigdemont, quien tenía previsto asistir a unos actos organizados por una entidad independentista de Quebec, Sociedad San Juan Bautista.

Para poder entrar al país se requiere una autorización electrónica de viaje. Canadá aún no ha facilitado ninguna explicación. No obstante, en su página web enumeran un listado con las razones por las que prohíben la entrada, que van desde motivos de seguridad tales como “espionaje, actividades subversivas, violencia, terrorismo…”.

El abogado de Puigdemont en Canadá, Stéphane Handfield, ha anunciado a El País que “habida cuenta de las acusaciones pendientes en España, el funcionario de inmigración tenía motivos para creer que podía prohibirse su entrada en Canadá y ha rechazado su petición”. En consecuencia, retirarán el veto ante los tribunales correspondientes.

La asociación que había invitado a Puigdemont ha emitido un breve comunicado en el que denuncia el impedimento: “¡Vergüenza! ¡Vergüenza de Canadá! Con esta decisión Ottawa se presta a criminalizar la democracia. A criminalizar el ejercicio de un pueblo a decidir por sí mismo. Os lo anunciamos en primicia: el señor Puigdemont recurrirá esta injusticia ante los tribunales".

Por su parte, el gobierno ha rehusado hacer comentarios. Según La Presse, el portavoz del Ministerio de Inmigración no ha hablado sobre el asunto. Sin embargo, el primer ministro de Quebec, François Legault, ha dicho estar “perplejo” y ha pedido explicaciones.

A la espera de conocer su futuro

El tribunal belga de primera instancia que debe decidir sobre la orden de detención y entrega cursada por el juez Tribunal Supremo Pablo Llarena contra el expresidente de la Generalitat decidió aplazar la vista al próximo 16 de diciembre por la tarde para dar más tiempo a las partes para preparar sus alegaciones. Así lo explicaron a los medios de comunicación el propio líder independentista y su equipo de abogados después de la vista que ha tenido lugar ante la Cámara del Consejo, el tribunal de primera instancia que debe decidir sobre su entrega a las autoridades españolas.

"La vista ha durado muy poco porque finalmente el tribunal ha aceptado nuestra petición de aplazar la vista hasta el 16 de diciembre", explicó el político independentista, que no ha respondido a ninguna pregunta de los medios de comunicación.

La defensa de Puigdemont indicó que durante este tiempo prepararán sus argumentos por escrito y los suyos serán los mismos que en la euroorden anterior: vulneración de Derechos Fundamentales y garantías procesales. Además, defenderán que el expresidente catalán tiene inmunidad por haber sido elegido eurodiputado pese a no haber recogido el acta.