La líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, se ha dirigido por última vez al Parlament, tras ser elegida diputada en el Congreso de los Diputados, y después de siete años de su bronca batalla en la Cámara catalana contra el independentismo.

 "Aquí hemos vivido las etapas más negras de la historia democrática de Cataluña", ha dicho la dirigente de Ciudadanos, que ha admitido que "el procés seguirá haciendo daño", aunque ha añadido que "seguiremos teniendo voz para defendernos".

"Este Parlamento refleja lo que vive la sociedad catalana, la división social que ha generado el nacionalismo. En este Parlamento una minoría quiso pasar por delante de la mayoría, pero esta Cataluña era mucho más fuerte", ha señalado la diputada de Ciudadanos, en referencia al proceso independentista que culminó con una declaración unilateral de independencia y la aplicación del artículo 155.

El último "cartelito"

Como ha hecho en anteriores ocasiones, Inés Arrimadas ha mostrado un cartel. "Me permitirá señor Torra que les enseñe el último cartelito", ha dicho con ironía sobre la imagen, en la que aparecía una pintada con lazos amarillos en la puerta de su domicilio, en la que podía leerse: "Passi-ho bé,Inés (hasta luego, Inés)".

"Este lazo amarillo que ustedes llevan nos lo encontramos en nuestras casas. Como esto no solo me pasa a mí, sino a miles de personas, seguiremos defendiendo a los que se enfrentan contra el nacionalismo. Esta vez también volverá a valer la pena", ha afirmado la dirigente de Ciudadanos.

Arrimadas ha deseado a los diputados "lo mejor en lo personal" y "en lo político ya veremos", y a continuación ha recordado que llegó a Barcelona siendo una niña. "Después vine muchas veces más, a trabajar, a vivir, y hasta me casé con un catalán que conocí en esta misma Cámara. Como muchas personas del resto de España, vine para vivir un sueño en esta tierra abierta", ha dicho.

La dirigente de Ciudadanos ha recibido el aplauso generalizado de la Cámara, con la excepción de los representantes de la CUP.