Profesores, sindicatos y padres vienen reclamando desde hace meses que se mantenga el aumento de educadores en las aulas que permite un máimo de 20 alumnos por clase, establecido por la pandemia en el curso anterior, pero son muy pocas las comunidades autónomas que han respondido positivamente a la demanda: Canarias, Comunidad Valenciana y Galicia aumentan las contrataciones. En el otro extremo, la Comunidad de Madrid prescinde de más de 7.200 profesores, al contratar como refuerzo unos 3.000 frente a los más de 10.600 del curso 2020-2021.

La clase educativa ha podido constatar que la reducción de ratios, esto es el número de estudiantes en el aula, ha demostrado que es una medida efectiva para mejorar la calidad de la educación en nuestro país, muy lejos de alcanzar el nivel de los mejores sistemas educativos del mundo, según todos los ranking. El portavoz del Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza de Madrid (STEM) Sergio López del Río indicó que el número de aprobados en el segundo trimestre de 2020 con la bajada de los ratios podría acercarse al 90% en los dos primeros cursos de la ESO frente al 75% del año anterior. "Se trata de un incremento sin precedentes, porque suele ser un dato que no cambia", afirmó el educador.

Otro aspecto a tener en cuenta es el de la seguridad y la salud de los niños. Conviene recordar que los adolescentes son ahora los que más se contagian con una incidencia cercana a los 400 casos y que sólo poco más del 32% de los que están comprendidos entre los 12 y 19 años han recibido las dos dosis de la vacuna. Los menores de esa edad ni siquiera han sido vacunados, por decisión de las autoridades sanitarias.

25 en Infantil y Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato

La resistencia de algunas comunidades autónomas, entre ellas Madrid, a mantener las contrataciones de profesores del curso pasado llevaron al Ministerio de Educación a ceder e incluir en el protocolo que "el tamaño máximo de las clases será acorde a las ratios establecidas en la normativa aplicable", es decir,  25 alumnos en Infantil y Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato, unas cifras que los expertos creen que supera la óptima para garantizar la calidad de la enseñanza.

Hay comunidades que han dado muestras de un avance importante con la contratación de profesores, como es el caso de Canarias (690 más que en el curso anterior, lo que eleva la plantilla de refuerzo a 2.674 profesores más que en el curso 2019-2020); Comunidad Valenciana (695 más este curso, 5.042 en total) y Galicia (250 educadores más, 1250 en total). Otros gobiernos autonómicos, como Cataluña, La Rioja, Aragón, Murcia o Navarra, no han ofrecido datos sobre las contrataciones para el curso que comienza esta semana.

Madrid anunció que no mantendría las contrataciones

La Comunidad de Madrid ya ha anunciado que no mantendrá las contrataciones del curso pasado (10.610). Su consejero de Educación, Universidades y Ciencia, Enrique Ossorio, lo ha achacado a la falta de espacio en los colegios y a temas logísticos. "Mantener la situación actual de plantilla es imposible porque para crear 7.500 aulas más, los gimnasios y salas de profesores se dedicaron a aulas", ha dicho en agosto.

El consejero anunció que se realizarán en torno a 3.000 contrataciones, entre docentes y personas de administración y servicios, que se sumarán a los 3.700 que han conseguido plaza en las oposiciones a Secundaria.

En el curso pasado, las contrataciones de refuerzo pendieron de un hilo y ya en diciembre pasado, la presidenta madrileña, Isabel Díaz Ayuso, incumplió su promesa y prescindió de unos 1.100 profesores. En abril, algunos centros denunciaron el recorte que se avecinaba en un documento, desvelado por El Plural, en el que aparecían las instrucciones de admisión para el curso 2021-2022: se les forzaba a a volver a los números de alumnos por aula de antes de la pandemia: 25 en Primaria, 30 en la ESO y 35 en Bachillerato

Madrid es la región que menos invierte en educación

Una plantilla de 7.300 profesores adicionales costaría a la Comunidad de Madrid unos 255,5 millones de euros al año, según un cálculo hecho sobre la base de un salario de 2.500 euros brutos anuales por docente en 14 pagas. Cada año, la región deja de ingresar más de 1.200 millones de euros por su condescendencia con los más ricos en el Impuesto de Sucesiones (unos 240 millones) y la supresión del Impuesto de Patrimonio (995 millones), según datos de 2018 y 2019. Si se optara por ingresar esa cantidad a través de los mencionados importes y dedicarlo a la educación, se podrían contratar más de 34.000 docentes

La Comunidad de Madrid es de todas la que menos invierte en educación pública, según denuncia el Sindicato de Trabajadores y Trabajadoras de la Enseñanza en la región: "Según datos del Ministerio, 4.727 euros por alumno y año en 2017. Ese mismo año en la región había 647.848 alumnos en los centros públicos. Si repartimos los 1.200 millones de regalos fiscales a los ricos entre el alumnado nos da 1.852 euros por cada uno de ellos, con lo cual el gasto total por estudiante ascendería a 6.579 euros y la región pasaría del puesto 17 y último al puesto 7, por detrás de Castilla y León".