El exalcalde de Alicante Luis Díaz Alperi. EFE



Nuevas grabaciones telefónicas efectuadas por la Policía en el marco de las investigaciones sobre la corrupción política y urbanística en Alicante muestran los modos que se gastaba el empresario imputado por el caso Brugal Enrique Ortiz, ojito derecho de la alcaldesa del PP Sonia Castedo y de su predecesor en el cargo, Díaz Alperi, también imputados. Algunas de las conversaciones, recogidas por El Mundo, muestran a Alperi pidiéndole dinero en efectivo urgente a Ortiz, y en otros ambos hablan sobre cómo 'enchufar' al hijo del exfiscal jefe de la Audiencia Provincial de Alicante, José Antonio Romero, que había eximido al exalcalde de varias denuncias.

"Te gusta tener un amigo mafioso, eh"
Otras de las conversaciones, difundidas por laSexta, muestran el talante que se gastan estos personajes en sus negocios. Así, en una de las grabaciones Ortiz se muestra encantado de que el responsable de expansión de Ikea -empresa que se instaló en Alicante en terrenos del constructor- le llame "mafia española". "Eso te ha gustado eh, tener un amigo mafioso", comenta el constructor entre las risas de su interlocutor.

El PP vigilaba hasta el dinero que daban a otros, aunque fueran causas benéficas
Pero es que el PP tenía tanta confianza con Ortiz y éste tanta dependencia de este partido que Díaz Alperi se permitía decirle con quién debían gastar su dinero y con quién no, aunque fuera para causas benéficas. En una de las llamadas el exalcalde abroncaba al constructor por haber colaborado con 70.000 euros en proyectos solidarios en el Sahara:

"Estamos todos muy cabreados, ¿sabes quién está detrás de todo eso? Javier Cartagena es un izquierdoso de cojones, si eso es todo comunista. Nos han tirado a matar ti, a mí, a Sonia [Castedo], a todos. Aparte de que huele mal es un izquierdoso de todo la vida, son los comunistas más malos que hay (...) le has dado dinero a la gente que más nos odia, a ti y a mí".