Tradición y seguridad. Estas son las dos palabras que han reinado este jueves en la Cabalgata de Reyes de Madrid. El 2016 empezó con fuertes críticas, algunas desmesuradas, contra Manuela Carmena. Algunos decían que habían vestido a los Reyes Magos con túnicas demasiado modernas que recordaban a los jerseys de un hipster. Otros no entendían la prohibición que ponía fin a la participación de los animales.

Antes de que las carrozas salieran a las calles de Madrid, inclusos meses antes, empezó de nuevo la lluvia de críticas desde el PP hacia Carmena. Tanto que la alcaldesa de Madrid prometió ocuparse personalmente de supervisar la cabalgata y de asegurar una vestimenta más tradicional a los de Oriente.

Dicho y hecho. Este jueves los Reyes Magos se han paseado por el centro de la capital con túnicas clásicas. Se han dejado atrás las ropas comparadas también con “cortinas de ducha” para arropar de nuevo a Melchor con el color dorado, rojo para Gaspar y marrón para Baltasar.

Aún así… siempre hay críticas

Sin olvidar todavía el ya célebre “No te lo perdonaré jamás, Manuela Carmena. Jamás” de la popular Cayetana Álvarez de Toledo, al PP y sus medios afines les ha faltado tiempo para criticar la cabalgata de Carmena. Incluso antes de que empezara.

 

 

Pese a ello, en las redes han sido mayoritarios los mensajes positivos:

 

Cabalgatas blindadas

Tras los últimos atentados terroristas en Europa y, especialmente, tras el ataque sufrido en un mercadillo navideño de Berlín, las cabalgatas de las principales ciudades de España se han blindado aplicando fuertes medidas de seguridad.

Se ha aumentado el número de agentes, se ha prohibido la circulación de camiones y se han colocado elementos pesados como bloques de hormigón en algunos puntos estratégicos.

En Madrid, entre amplias medidas de seguridad, la comitiva real ha partido a las 18.30 horas de esta tarde desde la zona de Nuevos Ministerios de Madrid en dirección a la Plaza de Cibeles en un gran desfile con 30 escenas y 12 carrozas que tiene como eje principal la curiosidad, concebida como un cuento infantil.

Al igual que sucedió en la cabalgata del año pasado, un pelotón fugaz de 300 ciclistas ha abierto el gran desfile madrileño, en el que tampoco este año participan más animales que los caballos de los agentes de Policía, pues, aconsejados por la alcaldesa Manuela Carmena, sus Majestades han optado por dejar a sus camellos en Oriente y ayudarse de triciclos para repartir los regalos.

Entre las novedades: Carmena ha reservado gran parte de los asientos en las gradas para las familias más necesitadas de Madrid y se ha contado con intérpretes de lengua de signos.