Un día como hoy, de 1938, Francisco Franco abolió la autonomía de Cataluña a través de un decreto con el que anulaba el Estatuto aprobado por la República en 1932.
En el texto de aquella ley, que firmó el dictador, decía que "el Alzamiento Nacional significó en el orden político la ruptura con todas las instituciones que implicase negación de los valores que se intentaba restaurar. Y es claro que, cualquiera que sea concepción de la vida local que inspire normas futuras, el Estatuto Cataluña, en mala hora concedido por la República, dejó de tener validez, en el orden jurídico español, desde el día diecisiete de julio de mil novecientos treinta y seis. No sería preciso, pues, hacer ninguna declaración en este sentido. Pero la entrada de nuestras gloriosas armas en territorio catalán plantea el problema, estrictamente administrativo, de deducir consecuencias prácticas de aquella abrogación".
"Importa, por consiguiente, restablecer un régimen de derecho público que, de acuerdo con el principio de unidad de la Patria, devuelva aquellas provincias el honor de ser gobernadas en pie de igualdad con sus hermanas del resto de España", añadía el texto.
Franco disponía que "la Administración del Estado, la provincial y la municipal en las provincias de Lérida, Tarragona, Barcelona y Gerona se regirán por las normas generales aplicables a las demás provincias" y revería al Estado "la competencia de legislación y ejecución que le corresponde en los territorios de derecho común y los servicios que fueron cedidos a la región catalana en virtud de la Ley de quince de septiembre de mil novecientos treinta dos", según el decreto.
El 27 de marzo los franquistas entraron en Cataluña
Tres días después de que Franco firmara de su puño y letra la derogación del Estatuto de Autonomía fusilaba a Manuel Carrasco i Formiguera, consejero de Sanidad y Beneficencia en el primer gobierno de la Generalitat catalana de Francesc Macià.
El 27 de marzo de 1938, las tropas de legionarios y marroquíes que comandaba el general Yagüe entraron en Barbastro y Fraga y hacia el final del día tomaron Massalcoreig, que fue la primera ciudad catalana ocupada por el ejército franquista. El objetivo era conquistar Lleida, cuya caída significó la imposibilidad de que el bando republicano ganara la guerra, que duró aún otro año.
El domingo 3 de abril, el general Yagüe tomó posesión de la Comissaria de la Generalitat en Lleida, donde se encuentra la actual Diputación, izó la bandera en el balcón, desde donde dio su discurso: “Vengo en nombre del Caudillo a daros el pan, la paz y la justicia”.
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