Manifestantes prenden en llamas mobiliario urbano hoy durante una protesta ante la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania). Miembros del grupo anticapitalista Blockupy se manifiestan contra la nueva sede del BCE que se inaugura oficialmente hoy. EFE



Los virulentos enfrentamientos entre los manifestantes y la policía alemana han empañado la inauguración de la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE) en Frankfurt y se han saldado con al menos 350 detenidos y decenas de heridos. La cifra de los detenidos fue facilitada por la propia policía germana a través de su cuenta de Twitter y además la CNN ha informado de al menos siete coches de policía incendiado. Los manifestantes se han enfrentado a la policía a pedradas y han bloqueado varias calles con contenedores ardiendo. La policía alemana se ha empleado a fondo.

La policía antidisturbios carga contra los manifestantes hoy durante una protesta ante la nueva sede del Banco Central Europeo (BCE) en Fráncfort (Alemania). EFE



Contra la austeridad y la Troika
La manifestación estaba convocada por el colectivo Blockupy, réplica europea del 'Occupy Wall Street' de 2011 y han conseguido congregar a miles de manifestantes, diez mil según los organizadores, simpatizantes de movimientos sociales, sindicatos y partidos de izquierda. Blockupy se define como un movimiento crítico con instituciones como la Troika, compuesta por el NCE, FMI y la Comisión Europea, que han impuestos las políticas de austericidio en los países con problemas. Es un movimiento que considera que en esta crisis no se ha hecho pagar a los culpables, los gigantes financieros, sino a las víctimas que son los ciudadanos.

Proyecto faraónico
Mientras la Troika impuso el austericidio en los países rescatados, el BCE estrena una nueva sede que ha costado 1.300 millones de euros, un 50% más de lo previsto. La nueva sede está compuesta por dos impresionantes torres de cristal por un atrio que sustituye a la anterior sede, un edificio alquilado. Precisamente el traslado a un edificio propio se vendió como un ahorro a largo plazo para evitar el alquiler. La construcción del complejo no se interrumpió durante los peores momentos de la crisis.