TRISTÁN!, Teo Planell, Roy Borland y Mori capitanean la vanguardia de la música nacional desde el colectivo Rusia IDK, ese que fundó Rusowsky, quien hace poco hacía sold out en el Madrid Arena, perpetrando por fin, el triunfo de los raros. O de aquellos que podrían encontrarse dentro "del espectro autista", como decían los cuatro nombres que se sentaban este pasado martes para dar una rueda de prensa como las de antes, sentados ante la prensa como un grupo de los 2000, pero un espacio diáfano y moderno. Lo hacían por el lanzmiento de Tristán, Ahora Con Reloj, el álbum debut del artista madrileño y en el que sus amigos han participado para finalmente entregar doce canciones en formato de cronómetro, que juega con engranajes pero que, finalmente deja entrever lo sencillo y afable.

A pesar de su sonido futurista y mixto, que se ha consolidada ya en la delantera de la escena, en escena terrenal Tristán se decanta por lo clásico y convincente. Dice que su marca de reloj favorita es Casio y su hora, la del café. En consonancia, todos lo miembros de esta suerte de boy band aseguran ante los medios en la presentación no oficial del disco no llevar una vida de excesos ni recrearse demasiado en las mieles del reconocimiento. Una premisa que va en la línea de proceso creativo, y por supuesto, el producto final. En ese sentido, Mori, quien colabora con el protagonista del álbum en el tema Voyage, cree que este álbum es el típico que descubres de pequeño mientras "lo escuchas de viaje en coche con tus padres", preferiblemente en un CD de los 2000. Planell, por su parte confiesa que el jam funk de #7/ Trashumancia podría estar diseñado para un paseo nocturno por las calles de Madrid.

De este tipo de cosas hablan los cuatro amigos que se han reunido para crear un disco - TRISTÁN! como vector del proyecto, Mori de colaborador y Borland y Planell a la producción y sonido- que se ha construido a base de conciencia, diversión y amabilidad. Tristán, Ahora Con Reloj, es un convoy de sonidos, géneros y aparatos que, a pesar de inscribirse en lo moderno, ante todo sugiere algo muy humano. Así se consolidan los primeros brotes de una generación casi nativa digital que no quiere dejar de hablar de lo que siente. 

El viaje de TRISTÁN!

Desde su irrupción en la escena nacional, el músico había venido construyendo un universo propio a través de varios singles en los que perfiló un sonido íntimo, digital y distintivo, que culminó en su primer proyecto, Music EP.  Este trabajo marcó el verdadero punto de partida de TRISTÁN! dentro de la escena española. Con apenas seis canciones y quince minutos de duración, el joven madrileño presentó una carta de presentación tan breve como reveladora, producida junto a Roy Borland y con colaboraciones de Rusowsky (CELL) y Daniela Lalita (Pinky Ring). El EP condensa la esencia de su propuesta: un equilibrio entre lo íntimo y lo digital, entre la melancolía y la ensoñación Y2K, con tintes de hyperpop y sensibilidad pop. Medios como Rolling Stone y Mondo Sonoro destacaron su minimalismo y su imaginario nostálgico, mientras que el propio artista lo definió como “una recopilación de lo que tenía”, más una exploración sincera que un concepto cerrado. En ese sentido, Music EP funciona como una primera ventana a su universo creativo.

Tras ello, una nueva etapa se desplegó y TRISTÁN! fue desvelando algunos adelantos de su debut, como Green Love, Tutta La Notte (con Calcutta), Life Is A Movi o la propia Voyage. Dentro de este universo, también caben mentores e imprescindibles en este nueva corriente como Rusowsky y Guitarricadelafuente, quienes también se incorporan a la lista de colaboraciones de TRISTÁN!, alguien no quiere "hacer música con estribillos" en tendencia y que reivindica el arte como construcción bien hecha.

Síguenos en Google Discover y no te pierdas las noticias, vídeos y artículos más interesantes

Síguenos en Google Discover