Sara Sálamo (Santa Cruz de Tenerife, 1992) ha retomado su faceta de cineasta al mando de En silencio: La resiliencia de Isco Alarcón, su nuevo documental que, alejado de ópticas y narrativas manidas, trata la lesión de su pareja y futbolista del Betis en una historia cuyo eje vertebrador es la discreción. Los largos silencios en los que parece que no transcurren grandes cosas, pero en los que, sin embargo, ocurre todo lo relevante. De esta manera la canaria presenta su documental el Festival de Cine Europeo de Sevilla: sin artificio, moviendo la cámara hacia las renuncias y las pausas, que también forma parte de la vida.

Pregunta (P): ¿Qué tal la grabación de ‘En Silencio’ y volver a dirigir?

Respuesta (R): Hay algo del documental que me gusta muchísimo y es no poder controlar al 100% lo que sucede. El otro documental que hicimos, iba de una niña vegana que decide salvar un cerdito de Castilla al que sortean por unas papeletas , y en mitad del rodaje mataron al cerdo. ¿Qué haces con eso? ¿Si tienes el guión y todo establecido para poder rodar y de repente sucede algo en la realidad que te trunca los planes? No es como en una ficción. Y hay algo de tener que estar atenta, que me gusta. Y aquí pasaba exactamente lo mismo. En mi ideal, esa llamada de la selección, era un sí. Luego resultó que era un no.

P: Debe ser complicado encajarlo y grabar el proceso. 

R: Él pasó por dos cirugías. Son cosas que no puedes controlar, me gusta el poder tener los ojos muy abiertos a lo que está por venir y tener la viveza de poder captarlo. Y poder darle coherencia con el resto de la película. 

P: Grabar un documental desde la mayor intimidad del hogar y la convivencia es una óptica distinta. ¿Qué ha aportado?

R: Ese es el punto fuerte de la peli, es lo que la hace especial. Ninguna otra persona podría haber contado esa historia como la he hecho yo. Puede gustar más o menos, pero estoy contenta de haber podido hacer el documental que quería hacer.

P: La maternidad y la paternidad también juegan un papel bastante fundamental en la película. Hay una moraleja para vuestros hijos sobre cómo sanar las heridas.

R: Especialmente todo nuestro niño mayor, que ya tiene seis años y comienza a tener ídolos en el fútbol. Para mí es muy importante el análisis que hacemos sobre quiénes son sus ídolos, cómo se comportan, ya no solo dentro del campo, cuando hay una eventualidad, una discusión entre jugadores. Es importante ver cómo resuelven los conflictos o si son ejemplos o no fuera del campo, qué tipo de valores tienen. Me apetecía hacer un ejercicio de poder poner en valor el ser noble, humilde. Poner a una persona trabajadora como ejemplo.

Me di cuenta que mi activismo no podía pasar únicamente por decir mi opinión en redes sociales

P: Te oí hace poco en una entrevista decir que este tipo de documentales se hacen desde una perspectiva “muy testosterónica”. ¿En qué se diferencia En silencio en ese sentido?

R: Nosotras tenemos una forma concreta de mirar y creo que no estamos acostumbrados a que los documentales deportivos estén dirigidos por mujeres. He podido hacer hincapié en temas universales que van más allá de las canchas,  porque en el documental no se ve ni un partido de fútbol. Mi cámara no apunta nunca al césped. He puesto el foco en otro tipo de cosas, probablemente algo más profundas. Hay algo en el mundo del fútbol, cuando ponen el foco en que algún señor ha sido padre y se celebra que esté jugando a pesar de que hace unas horas ha tenido a su hijo. Todo este tipo de cosas que se ensalzan, a mí me chirrían. Mi forma de narrar es poner en valor otro tipo de cuestiones que tiene él como persona, más allá de ensalzar esta parte de bravo, mira dónde está, pero acaba de ser padre.  Este tipo de cosas a nivel humanista que siento que son importantes contar igual de otra forma. 

P: Este documental puede ponerte en el foco de muchas críticas machistas, como ya has recibido.

R: Estoy en un momento muy tranquilo. Me di cuenta que mi activismo no podía pasar únicamente por decir mi opinión en redes sociales, y ahora hago activismo poniéndolo en los temas que me interesan, por ejemplo, en una película. Lo que más me gustaba del mundo de pequeña era ir al cine y poder hacer ese debate posterior con amigos o con familia sobre lo que habíamos entendido o no de la película. Me encantaba cuando no estábamos de acuerdo,  que se podía discutir, se podía debatir. Ahora con mi cine pretendo poner ciertos temas sobre la mesa y que aún así podamos seguir cenando. 

Onlyfans me da mucho miedo como persona y como madre

P: Decías también que uno de tus objetivos con el documental era dejar claro que si quieres no siempre puedes. Es un mensaje importante en momentos de gurús motivacionales en redes sociales.

R: Lo que vemos es a una persona trabajando durante un año y medio, y después de esforzarse, efectivamente concluimos que no todo depende de uno mismo. Puedes poner todo en el asador para conseguir algo y aún así ni con esas conseguirlo. Pero eso no quiere decir que no lo intentes o que no seas perseverante. Soy una persona que no suele tirar la toalla. Me vine a Madrid con 18 años, una maleta y un perro, a intentar conseguir mi sueño,  y el 95% de las veces es un no. También es importante lanzar ese mensaje para contrarrestar algunos contenidos de las redes sociales donde aparecen mensajes de ‘cómo conseguir tu primer millón, vete a tributar a Andorra y consigues dinero fácil y una vida resuelta’. Esa no es la realidad del día a día de las personas, ni siquiera de las que hayan podido haber nacido con privilegios. Es importante ser sensatos y saber a quién y de qué manera se le da un micro. 

P: Especialmente a los más jóvenes, que son target de esos discursos.

R: Me pasa también con Onlyfans. Les dicen '¿quieres tener dinero? Mira, ahí lo tienes, es súper fácil'. Me da mucho miedo como persona y como madre. 

P: Hablamos de los mensajes o de las moralejas que se pueden sacar haciendo la lectura del documental como espectador, ¿qué moraleja sacas tú como directora?

R: Creo que siento orgullo  de haber perseguido el poder hacer una película distinta, a pesar de que no entrara dentro de los cánones que se esperaban, y al ver la respuesta con el público. De haberme mantenido en mi estrés o haber seguido mi instinto. Creo que es algo importante que me llevo. 

P: ¿Qué sientes que se esperaba por el contexto?

R: Creo que tenía muy fácil sentar a Isco y  hacer una entrevista con cuestiones morbosas que nos consta que la gente quiere saber, o grabarnos en circunstancias o en entornos mucho más morbosos, que sabemos que es muy vendible. Se que es un producto muy vendible y pero nunca he querido entrar ahí.

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