Después de un 2023 de vértigo, recorriendo Estados Unidos, Reino Unido y Japón en una gira que los llevó al límite físico y emocional, Oracle Sisters se encontraron en la necesidad de parar, respirar y reconstruir su universo creativo. Desde los interminables trayectos en carretera hasta los clubes de Tokio en pleno invierno, cada experiencia se convirtió en materia prima para lo que sería su nuevo álbum, Divinations.

Para escribirlo, el trío se aisló en una antigua casa de campo durante los meses más fríos de 2024. Allí, por primera vez, trabajaron juntos como compositores en un mismo espacio, explorando nuevas formas de creación: intercambiando instrumentos, jugando con máquinas de ritmo de juguete y buscando inspiración en referentes que van desde Talking Heads y Leonard Cohen hasta Chet Baker y New Order. El resultado es un disco que captura el caos, la introspección y la belleza de su viaje.

Con Divinations, Oracle Sisters dan un paso más en su evolución, no solo musical, sino también en su independencia creativa. Fundaron su propio sello, Wizard Artists, y asumieron la producción y el arte del álbum, un collage visual y sonoro que refleja su espíritu artesanal. Ahora, antes de su paso por España con conciertos en Barcelona, Madrid, Santiago y Bilbao, hablamos con ellos sobre su intensa travesía, los aprendizajes del camino y la esencia de un proyecto que desafía etiquetas.

Pregunta: Después de un 2023 tan intenso en la carretera ¿cómo describiriais el impacto de la gira en vuestra visión artística y personal

Respuesta: Durante este año, tocamos en escenarios increíbles —desde Seattle hasta Chicago y Tokio— lugares que ni siquiera imaginábamos al comenzar nuestra carrera. Ha sido muy especial encontrarnos con personas que se sienten profundamente conmovidas por nuestra música, y experimentar ese cariño en cada concierto. Al mismo tiempo, al recorrer Estados Unidos, nos topamos con la cruda realidad de la desigualdad y los disturbios sociales, un contraste marcado entre alegría y horror en medio de paisajes impresionantes. Todo esto se reflejó en canciones como Shotguns, Moon on the Water y Rodeo.

P: ¿Qué aprendisteis de 2024 y la experiencia de vivir en una antigua casa en mitad del campo en invierno?

R: Aprendimos a escribir juntos, los tres, como banda por primera vez, y descubrimos lo mucho que disfrutamos de cocinar en grupo. Al alejarnos de las distracciones, nos sumergimos en un flujo creativo donde las ideas parecían brotar sin cesar.

P: ¿Cómo influyó ese contraste de escenarios en la música y en la narrativa del álbum?

R: Llegábamos cargados de sentimientos y recuerdos tras una intensa gira, y al encerrarnos como una pequeña familia, encontramos un espacio seguro para experimentar con lo que realmente amamos. Esa concentración de emociones nos permitió liberar toda la intensidad acumulada. Además, aprendimos a darnos la libertad de probar cualquier idea sin juicios, permitiendo que solo las mejores quedaran en el resultado final.

P: Habéis usado máquinas de ritmo de jugueta para ayudaros en el proceso creativo.

R: Siempre hemos tenido predilección por los instrumentos “encontrados” y las guitarras con carácter. Mi guitarra favorita es una Givson —una imitación de Gibson que compré en la India a tan solo 30€— a la que le añadí un pickup. Los instrumentos de juguete tienen una personalidad única; por ejemplo, el sonido de la máquina de ritmos y el teclado en “Marseille” proviene de esa esencia, algo que no se logra con equipos más costosos.

P: Fundastéis vuestro propio sello, Wizard Artists, tomando el control total de la producción y el diseño del álbum. 

R: Observamos un panorama post-apocalíptico en la industria musical y optamos por construir nuestro propio refugio en medio de ese caos. Queremos seguir nuestro propio ritmo y agenda, sin depender de presiones externas. Aunque este camino es muy exigente y requiere más esfuerzo, nos otorga una libertad incomparable. En cuanto al diseño gráfico, colaboramos con Clement Johanet, un talentoso diseñador de París, desarrollando nuestras ideas de manera conjunta.

P: ¿Qué significa que un proyecto sea “artesanal”?

R: Lo artesanal se nota en el toque personal del creador, en esa huella del artista, similar al concepto de “auteur” en el cine. Estamos involucrados en cada etapa de la producción, lo que garantiza que nada se haya hecho de manera mecánica o industrial.

P: ¿Qué tan importante es el aspecto visual y estético de tu proyecto, y cuáles son vuestras inspiraciones?

R: Los elementos visuales buscan reflejar la esencia de nuestra música, transmitiendo la misma vibración y atmósfera. Nos inspiramos en una amplia gama de movimientos: desde el minimalismo y la arquitectura brutalista, hasta los carteles psicodélicos de los 60 y 70, sin olvidar el arte renacentista y obras de Matisse. En el cine, destacan referencias como Shoot the Piano Player y Les enfants du paradis. Además, contamos con Jim Longden, un apasionado de Tarantino y Kubrick, cuyo enfoque original aportó mucha vitalidad a los visuales del álbum.

P: ¿Qué se aprende al dirigir un cabaret en Montmartre?

R: Descubrimos que, en definitiva, somos mejores compositores que empresarios de cabaret.

P: Actuáis en Barcelona, Madrid, Santiago y Bilbao—. ¿Cuáles son vuestras expectativas de cara a los conciertos en España?

P: Ya hemos actuado previamente en España en ocasiones anteriores y siempre hemos tenido experiencias inolvidables. Los latinos tienen raíces profundas en movimientos artísticos muy expresivos. En Santiago, sentimos la presencia casi mítica de Lorca en las calles, y en Granada se percibe el “duende” en cafés y bares alejados del turismo masivo.