Los labubus, unas criaturas peludas,de dientes afilados y poco más de un palmo de altura, son los nuevos muñecos de moda. Después del paso por el mainstream de los Sylvanian o los Sony Angels, ahora es el turno de estos juguetes coleccionables distribuidos en cajas sorpresa y que han desatado la locura por todo el mundo.
Estos peludos muñecos con distintos trajes y accesorios fueron diseñados en 2015 por el artista Kasing Lung, holandés de nacimiento pero residente en Hong Kong. Su primera aparición fue en The Monsters, un libro de ilustraciones donde debutaron como personajes, y según la revista Forbes, están inspirados en la mitología nórdica. No fue hasta 2019 cuando comenzaron a comercializarse como juguetes gracias a la compañía Pop Mart. Y es que el marketing detrás de estas figuras ha conseguido situar a los labubus en primera línea del mainstream. Ahora, sus elevados precios y su demanda en el mercado los ha convertido casi en un producto de lujo.
Tanto es así, que este pasado jueves saltaba la noticia de que unos ladrones se habían dedicado a asaltar de madrugada una tienda One Stop Sales en Los Ángeles únicamente para robar labubus. Tal y como han informado medios estadounidenses, el delito se cometió alrededor de las 1:37 am, cuando cuatro hombres enmascarados rompieron el escaparate, entrando al establecimiento para cargar un puñado de labubus en varias cajas y escabullirse. Según los empleados, los juguetes robados tendrían un valor de unos 30.000 dólares.
El negocio de los labubus
Y es que los labubus son ya piezas de coleccionista tan valiosas como las joyas de firma. En esta misma línea, hay quien ha confesado haberse gastado más de 700 euros en los muñecos de Pop Mart porque "son una inversión". Sin embargo, detrás del fenómeno fan alrededor de estos muñecos cuenta con una gran estrategia de marketing detrás. Y es que varios factores han contribuido a que los Labubu se conviertan en el juguete del momento. Por un lado, heredan el entusiasmo, breve pero muy intenso, que generaron los Sonny Angel, un fenómeno vinculado al auge de lo kawaii, esa estética asiática adorable e infantil que muchos abrazan como una forma de huida de la realidad.
Popy Blasco, analista de tendencias en la agencia Telling Insights, lo resumía para El País así: “Al igual que ocurre con los Sonny Angel, los Labubu ofrecen una vía de escape frente a una rutina seria, gris y aburrida. Estos objetos nos ayudan a desconectar de la realidad, y poseerlos genera dopamina. Además, nos reconectan con nuestro yo infantil. En el caso específico de los Labubu, hay un plus: tienen un punto gamberro. Son cute, pero con ese toque de locura que sintoniza con nuestras propias contradicciones”.Es este último punto el que hace de los labubus un producto universalmente popular. No sólo son simpáticos, también son divertidos, tal y como señalan sus fans.
Un fenómeno mundial
La absoluta fiebre por este producto ha aupado a los labubus a sitios insospechados. Este era el caso que se hacía viral en las redes durante el pasado mes de julio, cuando uno de estos juguetes aparecía en la tumba de Karl Marx en cementerio de Highgate de Londres. El insólito hallazgo salió a la luz cuando un visitante del panteón inglés compartió en redes una fotografía de un muñeco vestido de rojo colocado sobre la tumba del revolucionario acompañada del comentario: “El labubu ha elegido el comunismo”. En pocas horas, la imagen se viralizó y fue compartida por miles de usuarios, que reaccionaron entre el humor, la sorpresa y las especulaciones sobre el posible simbolismo del gesto
La locura labubu ha cruzado el charco y también se ha instalado en Europa. Tanto es así que en España hace una semana se abría la primera tienda dedicada únicamente a vender labubus. Se encuentra en Portal de l’Àngel, en Barcelona, y desde su apertura ha conseguido formar colas de hasta 4 horas en las que se han encontrado personas de todo el mundo para poder hacerse con su propio labubu. A cargo de Pop Mart, la empresa millonaria que fabrica estos muñecos, el nuevo y exclusivo establecimiento español vende todo tipo de labubus a precios que oscilan entre los 12 y 240 euros y promete ser un punto de venta de lo más popular lo que queda de verano.