Desde Mallorca y con la mirada puesta en la fiesta, la disidencia y la política, el trío Fades ha irrumpido en la escena musical catalana con una propuesta única: electrónica industrial, estética queer y reivindicación en catalán. Nacidas de forma espontánea, sin pretensiones ni planes de futuro, han terminado consolidándose como una voz esencial para entender la nueva música queer en lengua catalana.

Formadas por tres amigas con formación en filología catalana y un bagaje activista, Fades ha convertido su proyecto en una plataforma de expresión artística, política y vital. Hablan sin rodeos de género, identidad, lengua y de un panorama cultural que a menudo margina las voces disidentes

En esta conversación con ElPlural.com, Ferran Pi, Vicenç Calafell y Àngel Exojo, hablan de lengua, identidad, fiesta y futuro. Y lo hacen, como siempre, desde el afecto y la radicalidad.

Pregunta: ¿Cómo nació Fades y con qué intención inicial?

Ferran: Surgió casi como una travesura. Éramos tres amigas en Mallorca, con ganas de jugar con la música desde un lugar muy nuestro: la fiesta, el botellón, la improvisación, las ganas de hacer algo divertido sin pensar en industria ni en mercado.

Vicenç: Lo que queríamos era música para consumir nosotras mismas, como para hacernos un botellón. No había ninguna pretensión.

Àngel: Nos dimos cuenta de que faltaban referentes como nosotras, que hablasen en catalán desde lo queer y la disidencia. Así que decidimos ocupar ese espacio nosotras mismas. A día de hoy, seguimos teniendo claro que esa es nuestra motivación.

P: ¿Por qué en catalán?

Ferran: Es nuestra lengua familiar. Es inevitable a la hora de expresarnos... Es que es una realidad.

Àngel: Al final, somos muchos estudiantes de filología catalana. Vemos que el catalán está súper atacado. Es algo que sentimos muy propio. Estamos aquí y el catalán existe.

Vicenç: Yo creo que nos ha abierto más puertas cantar en catalán. Pero es que no tendría sentido hacerlo en español. 

P: ¿Cómo definiríais vuestra estética?

Vicenç: Visualmente sería abrazar la feminidad, que como sujetos masculinos disidentes siempre ha estado perseguida. Pues en Fades la abrazamos y la performamos desde el humor. Somos algo más que cantantes.

Ferran: Nuestra estética no es solo visual, sino también sonora. Bombos metálicos, sonidos industriales. Es la unión entre máquina y persona.

Àngel: No sé si podemos decir que creamos ecosistemas nuevos, pero sí que construimos identidades y espacios propios.

P: ¿Cómo habéis gestionado la conexión entre hacer música festiva y ser un grupo con mensaje político?

Vicenç: La fiesta no es incompatible con la política. Al contrario. La noche, la celebración, siempre han sido espacios donde la gente del colectivo ha podido expresarse.

Àngel: Hacer música en catalán ya es político. Hablar de amor desde una disidencia también. Aunque parezca un mensaje dulce, siempre hay una lectura política.

P: ¿Quiénes son vuestros referentes?

Ferran: Una referencia clara es Sophie, la productora británica. Todo lo que fue el mundo del hyperpop. Su estética, su historia, la mezcla de cuerpo y máquina... Fue una pionera.

Àngel: También Las Bistecs, Papa Topo, Samantha Hudson... artistas que han hecho de lo queer y lo catalán algo central. Y muchos diseñadores catalanes que están construyendo cultura desde los márgenes.

P: ¿Cómo fue trabajar con Samantha Hudson?

Ferran: Nos hicieron un reportaje en una radio de Baleares y recibimos muchísimo odio. Samantha salió a defendernos. A partir de ahí vimos que conectábamos mucho.

Vicenç: Le propusimos colaborar por Instagram y dijo que sí. Le hacía muchísima ilusión cantar en catalán. Hizo un rap espectacular. Captó muy bien nuestro propósito: coger referentes de la cultura catalana y llevarlos al presente. Además, tiene muchas ganas de vivir y lo transmite a la perfección.

Àngel: Fue una lección de humildad, es una curranta. Se implicó de verdad. Nos sigue escribiendo, responde cuando le hablamos... Ha sido algo muy bonito.

P: ¿Qué os ha supesto ser "el vertedero del odio de Cataluña" y como lo enfrentáis?

Àngel: Yo recuerdo que hubo un año que recibía cada día 80 o 100 mensajes diciéndome embarazada, estás gorda, eres una cerda… Lo pasé muy mal. Pero me sentí muy acompañada.

Ferran: Por suerte somos tres personas que nos queremos mucho y nos cuidamos. Si no, habría sido imposible gestionar tanta violencia.

Àngel: Quien lanza odio es también una persona herida. Vivimos en una sociedad traumatizada por el franquismo, el machismo, la homofobia, la misoginia… Eso genera heridas que se reproducen.

Vicenç: Al final, ese odio es un síntoma. El problema no es tu cuerpo ni si llevas tacones o extensiones. El problema es la sociedad.

P: Tenéis lanzado Metallix Afterparty: ¿qué más os espera, y qué planes hay para lo que queda de 2025?

Ferran: Vamos a hacer el cierre de gira en Barcelona, Madrid, Mallorca y Valencia. Está siendo muy guay. Estamos tocando muchísimo.

Vicenç: Nos hace especial ilusión tocar en los pueblos. Queremos hacer un cierre distinto al resto de conciertos, algo especial para Halloween.

P: ¿Y en vuestra tierra, en Mallorca?

Àngel: En Mallorca gobiernan PP y Vox, y eso ha hecho que se recorten muchas subvenciones a la cultura en catalán. De 50 conciertos, solo hemos podido tocar tres veces allí. Nos duele mucho, siendo mallorquinas.

Ferran: No es que la gente no quiera que toquemos, es que hay partidos que recortan sistemáticamente cualquier cosa que tenga que ver con el catalán. Y eso es muy triste.

P: ¿Qué nos espera próximamente: nuevo disco, gira, colaboraciones...?

Vicenç: Ya estamos pensando en el segundo disco.

Ferran: Aunque ahora mismo estamos centradas en la gira. Este año ha ido muy bien. Queremos disfrutarlo, celebrar. Y luego ya vendrá lo nuevo.

Àngel: Queremos tomarnos el tiempo necesario. Cuidar el proyecto también implica dejarlo respirar.

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