Llenar una sala a casi 1500 kilómetros de tu ciudad natal no es sencillo. Si a eso le sumas que lo haces en una lengua que no es nativa del país que visitas, hablamos de algo serio. Esdeekid y su acento scouse son el último fenómeno salido de Reino Unido gracias a la explosión de su disco Rebel. Ritmos saturados, letras difíciles de comprender por su marcado acento y el contraste que hacen con los 808 y melodías sintéticas comprenden el proyecto con el que el británico enmascarado ha girado por toda Europa acumulando 17 sold-outs.
Es la principal estrella en nuestro continente de una tendencia que lleva varios años siendo regla en Estados Unidos. Con la llegada de Whole Lotta Red de Playboi Carti la industria vio la capacidad que tenían ciertos artistas de transmitir un cúmulo enorme de emociones eufóricas con una composición básica, basada en sus orígenes incluso en la repetición de una palabra o frase hasta la saciedad como estribillo, véase en el ejemplo de Stop Breathing. Continuando esta tendencia surgieron nuevos talentos como Ken Carson y Destroy Lonely del sello Opium o Nettspend y Xaviersobased, cabecillas del underground estadounidense. En Europa faltaban referentes que acuñaran esta tendencia como identidad y en este vacío surgió Esdeekid.
¿Por qué este ascenso mediático?
Hay pocas plataformas mejores para hacer sonar tu música que TikTok. Ahora bien, la presencia del rapero scouse es nula en esta plataforma y aún así acumula 34 millones de reproducciones en Phantom, que desde luego no es el típico track al que Lola Lolita le haría un trend. Un par de meses después de la salida de Rebel, canciones como Phantom, 4 Raws y Cali Man llegaron a una comunidad en auge en la red social este último año, los editores de vídeo. Acompañando los ritmos de Esdeekid se pueden ver highlights de los jugadores de fútbol del momento o mashups de películas de acción con la friolera de tres millones y medio de me gustas.
Una nueva estrella del rock
Los pogos surgieron de la euforia de los fanáticos del punk y el rock. Es un movimiento que consiste en abrir un círculo en el centro previo a los momentos de ascenso y ruptura de las canciones para después lanzarse al centro empujando a quién tengas al lado. Eso sí, siempre de manera respetuosa y con un sentir general de compañerismo, ayudando a quién se cae. Hoy en día es un movimiento arraigado a la cultura trap y raperos como Esdeekid lo han aprovechado a la perfección. Bajo el grito de “Open that s*it up” la sintonía que logra tener el artista con su público manteniéndolo activo durante una hora le ha ayudado a ganarse el sobrenombre de uno de los mejores directos del panorama y a telonear la gira de uno de los nombres más importantes en el desarrollo de la música estadounidense, Yung Lean.
Una rama escasa en nuestro país
Estas tendencias funcionan tan bien fuera de nuestro país y no tanto dentro por dos grandes motivos. Vivimos constantemente devaluándonos frente a escenas de otros países pensando que somos menos cuando el camino artístico y lo enriquecida que esta nuestra industria comparada con otras está a años luz. El segundo, la falsa creencia que sostiene que la única manera de hacer las cosas bien es hacerlo todo lo más profundo posible, con letras sacadas de una obra del renacimiento y producciones de genio.
Cuándo empezamos a preocuparnos menos por lo que queremos ser y simplemente respetamos lo que somos salen músicos como Ralphie Choo o Rusowsky que son contemporáneos con otros como RALY o ABHIR, cuyos proyectos también se enfocan en hacer sentir al oyente, pero de una manera diferente, y sobretodo, igual de enriquecedora para la cultura.
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