Las comunidades rurales suelen estar poco reconocidas en la cultura urbana española. Como respuesta a esto, Cristina Len ha contado con un grupo coral de mujeres de su pueblo para difundir su cultura adaptándola a un sonido que mezcla tradición con modernidad.
En El Plural.com charlamos con ella para que nos explique como es adaptar sus influencias a sus raíces, como mueve su música y cómo ve la industria una artista que ha trabajado en ella desde dentro.
PREGUNTA (P): ¿Cómo estás?
RESPUESTA (R): Bien, agotada, muchas cosas de golpe, pero buenas. Con ganas de llegar a casa, sentarme y ponerme a hacer música.
P: ¿Ya no vives en Madrid?
R: No, está la cosa insostenible, no puedo pagar tanto dinero, solo si trabajo a jornada completa y no es compaginable con la música. Si en verano sale todo como quiero que salga intentaré volver a mudarme en septiembre.
P: Pero a nivel de reproducciones va la cosa mejor que nunca, ¿verdad?
R: Si, es gracias a los reels que están funcionando bien. Funciona mejor en esa plataforma, la gente me comenta y me escribe mucho más.
P: Al final en reels la interacción es más cercana.
R: En TikTok te tienes que desplazar a otro lado y te pierdes en el algoritmo. Es otra forma de consumo.
P: A nivel visual es un curro que te cagas, ¿no?
R: Me remito un poco a C. Tangana. Me gusta tener un proyecto sólido, que todo vaya alineado y que todo esté muy pensado. Este proyecto es muy audiovisual y tiene una sorpresa final.
P: Hay mucho de tu pueblo en todo tu proyecto. ¿Cómo consigues que no te consuma la gran ciudad? ¿Pierdes tu esencia de ser de donde eres cuando estás mucho aquí?
R: Creo que idealizamos que el ritmo de vida en el pueblo es súper lento. Si tienes un trabajo de ganadero o de agricultor es todo lo contrario, es muy fuerte. El pueblo en cierta parte es paz y tranquilidad pero tiene una parte frenética que vivimos todos. El moverse es lo que lo hace más tranquilo, no hay tantos inputs. Todos los lugares rurales tienen lo suyo, hace mucho frío, llueve mucho, es un invierno duro.
Yo me siento más conectada con lo que es la realidad humana. El otro día tuvimos un parto complicado de una cabra, tengo un amigo que es pastor y ganadero y nos pilló en el momento, de golpe. Te das de bruces con cosas más reales, que no están en las redes ni en el aire. Si no fuera de donde soy encontraría otra manera de hacer las cosas, pero ser de donde soy me ha dado algo diferente. Soy consecuencia de que mis abuelos emigraran y he podido sacar una carrera gracias a que ellos huyeron del pueblo.
P: Es una relación amor-odio.
R: Desde luego, antes estábamos un par de meses en vacaciones en el pueblo y yo había veranos que no quería ir. Quería quedarme en Barcelona con mis amigas, pero es curioso que ahora sea todo lo contrario.
P: Hay mucha presencia femenina de tu pueblo en tu nuevo proyecto. Háblame de ello.
R: No quiero generalizar, pero la tradición de mi pueblo es muy femenina. Las mujeres eran las que más han trabajado en cantar las nanas, los festejos y otras representaciones culturales. También hay hombres, no quiero que se me malinterprete, pero toda la transición entre generaciones han sido ellas mayoritariamente quienes las han hecho. Hay canciones del EP que son muy fuertes y son sucesos que llevan pasando toda la vida en la península. Tenía ganas de hacer algo que levantase a las mujeres de mi pueblo.
P: ¿Has interactuado mucho con ellas?
R: Ha sido lo mejor que me ha pasado. Esto es como una excusa para mí para poder charlotear con las señoras de mi pueblo (risas). Hacíamos una vez a la semana ensayo coral con todas ellas y he hecho muchísimas migas a raíz de gente que ha querido sumarse al proyecto presentándonos cosas. Es por ahora lo mejor que me ha dado este EP. Soy una persona a la que le gusta muchísimo crear comunidad. Cuando vivía en Madrid acabé haciéndome amiga de todas mis vecinas y me uní a un rastro católico, son las cosas que más disfruto.
Cuando vives en un pueblo hay mil personas diferentes entre sí que tienen otras mil cosas que vas a tener que dejar pasar, te crea muchísima disonancia cognitiva pero no creo que sea nada malo. Voy a mi pueblo en verano y veo a mis amigas de allí y son totalmente diferentes a mi, pero estamos juntas aún así.
P. Qué bueno que lo enfoques tanto a la comunidad.
R: Me encanta encontrar espacios comunes. Estamos en un momento muy polarizado y me llena mucho poder hacerlo.
P: ¡Has actuado mucho este año! ¿Qué importancia le das a estos?
R: Inesperado completamente, yo pensaba que iba a dejar la música. Me metí a estudiar industria en Warner pensando que podía hacer las dos cosas, acabé el master, pero dejé las prácticas incluso siendo pagadas porque tenía muchos bolos. Volviendo a los shows, me encanta estar en el escenario. En mis bolos jugamos mucho con escenografía y visuales. En Enero volvemos a preparar el show de este año y tengo muchas ganas de que se dé.
Los artistas que mejor viven de esto son los que más y mejores bolos dan. Tu puedes ganar un fan en un bolo, pero también puedes perderlo, yo mismamente he dejado de escuchar a mucha gente por un mal show.
P: ¿Te ves volviendo a eso?
R: Ahora mismo no, la verdad, les quiero mucho, amo Warner, pero por mi salud física y mental ahora mismo es imposible. Creo que a tiempo completo no se puede trabajar en la música y en la industria a la vez. Además es jodido porque la gente te ve de mil maneras. A mi me ven como periodista, como chica de marketing y como artista. Cuando vas a los eventos no saben en qué rol vienes, es complejo.
P: ¿Has bebido algo de esa experiencia?
R: Sí, pero creo que la música es algo tan abstracto. Puedes hacer los pasos que en el manual te pone que tienes que hacer y no llegar a ningún lado. Si tu proyecto no conecta con la gente da igual que hagas una buena campaña. Me he dado cuenta de que lo que hay que hacer aquí es trabajar duro, ponerse las pilas y ser muy disciplinado.
P: Rescato el tema de los eventos, ¿entonces no te gusta asistir a ellos?
R: Es raro, no es que tengas que actuar, es que te tienes que vender. Y estoy hablando con alguien y se me van solos los ojos. Da un poco de ansiedad social.
P: Yo solo suelo ir a los que me aportan algo a nivel artístico
R: Es que la curaduría es el futuro. Estamos en el primer periodo de adaptación de la democratización cultural.
P: Si en algún momento la cosa se pone tensa a nivel económico dejarías el camino artístico para irte a uno más comercial.
R: Pues no sé, no tengo ni idea. Creo que el mainstream es muy abstracto, se puede pegar cualquier cosa que conecte con el oyente. Mi rallada es sí no conecto con ellos, me rompería bastante si fuese así. Yo no voy a hacer la persona que me industrialize, necesito una persona que me empuje a ello, quizás soy demasiado ética con mi propuesta. Intento que todo sea lo más honesto posible, con una escucha más atenta.
P: ¿Qué te gustaría hacer a largo plazo?
R: Girar con las señoras del coro pudiendo pagarles bien el tour como se merecen. Se junta gente que apasionadamente ama la música, y a mi de verdad me emociona eso, es mi mayor meta sin duda. Me da miedo la muerte de cara al futuro, pero mi psicóloga dice que es un miedo a la vida realmente.
Llevo muchos años disociada hasta que me he empezado a dar cuenta de los años. Tenemos que ser más esperanzadores. A los 20 creemos que se nos va a acabar la vida rapidísimo, pero tenemos que creer que al final del todo vamos a sentirnos llenos, vamos a estar tan llenos que no nos va a dar miedo nada.
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