Brad Pitt es uno de los actores más populares de todos los tiempos, un intérprete al que parece que nunca se le acaban las pilas y que parece haber hecho un pacto con el diablo porque apenas se le notan sus 61 años. Sin duda, toda una carrea muy prolífica en la que le ha dado tiempo a tocar todo tipo de géneros, algunos de los cuales son grandes obras maestras de su género como es el caso de Seven (1995), dirigida por David Fincher.

Curiosamente, el que es uno de los thrillers más impactantes del ex de Jennifer Anniston y Angelina Jolie le llegó en un momento muy difícil de su carrera. Y eso es lo que ha dado a conocer Pitt en una entrevista concedida a Dax Shepard en su podcast Armchair Expert, donde ha revelado que vivió “el momento más insano” de su vida en el verano de 1994, justo antes de rodar Seven, la película que lo reconectó con su pasión por el séptimo arte gracias al director David Fincher.

Pitt explicó que, acababa de terminar un par de trabajos que no habían sido buenas experiencias, y sentía que necesitaba desconectar de la idustria. “Me despertaba, me fumaba un porro, me tomaba cuatro Coca-Colas con hielo, sin comer nada”, contó. Ese verano, pasó mucho tiempo viendo el juicio de O.J. Simpson por televisión mientras se hacía una pregunta constante: “¿Qué hago ahora? ¿Qué hago ahora?”.

Seven, el guion que cambió el rumbo de Brad Pitt

La respuesta le llegó a través de su mánager y amiga cercana Cynthia Pett-Dante, quien le envió el guion de Seven. En un primer momento, Pitt no quedó impresionado. “Leí las primeras siete páginas, la llamé y le dije: ‘¿Estás de broma? El típico policía veterano que quiere dejarlo, el joven policía que mira sus trofeos de fútbol del instituto…’”, recordó. Pero su representante insistió en que terminara de leer el guion.

Tras hacerlo, Pitt accedió a reunirse con David Fincher, y fue entonces cuando cambió su percepción: “Fincher hablaba de cine de una manera que yo nunca había escuchado. Ahí fue cuando me volvió el deseo. Encontrar eso... me devolvió las ganas de lo que quería sacar de esto”.

Una película clave en su carrera de la mano de David Fincher

Seven se estrenó en 1995 y se convirtió en uno de los títulos más destacados tanto de la carrera de Pitt como de la de Fincher. La película sigue a dos detectives que investigan una serie de asesinatos inspirados en los siete pecados capitales. El reparto lo completaban Morgan Freeman, Gwyneth Paltrow y Kevin Spacey.

Para Brad Pitt, aquel proyecto marcó el final de una etapa de confusión y el inicio de una nueva fase más conectada con su vocación como actor.