La llegada de la Semana Santa invita a muchos a hacer una escapada. Y para quienes conviven con un gato, surge una duda habitual: ¿se puede viajar con él sin que lo pase mal? Aunque los gatos suelen ser animales de rutinas fijas y territoriales, existen formas de que un desplazamiento en coche sea más llevadero tanto para ellos como para sus cuidadores. Desde Sanicat, marca especializada en productos para el cuidado y la higiene felina, han compartido una serie de recomendaciones para reducir el estrés en gatos durante los viajes por carretera.

Acostumbrarlo poco a poco al coche

Una manera efectiva de preparar a tu gato para un viaje largo es comenzar con trayectos cortos. Esto permite que se habitúe al movimiento del vehículo de forma progresiva. También se recomienda encender el coche mientras está parado, para que el animal se familiarice con los sonidos del motor. Esta rutina facilita su adaptación al entorno antes de lanzarse a viajes más largos.

Hacer del transportín un lugar familiar

El transportín es obligatorio para viajar con gatos, pero no todos los felinos lo aceptan con facilidad. Para evitar rechazos o situaciones de estrés al subir al coche, se sugiere dejar el transportín abierto en casa unos días antes del viaje. Así, el gato podrá explorarlo a su ritmo y asociarlo con un espacio seguro. Es preferible optar por modelos rígidos y con rejillas, ya que ofrecen mayor protección durante el trayecto.

Feromonas para reducir el estrés de tu gato al viajar

El uso de difusores o espráis con feromonas sintéticas, diseñadas específicamente para gatos, puede contribuir a que el animal se mantenga más tranquilo. Estos productos replican señales químicas que los gatos utilizan de forma natural para sentirse seguros. Aplicarlos antes del viaje ayuda a mejorar su bienestar y comportamiento durante el trayecto.

Evitar darle comida justo antes de salir

Uno de los problemas habituales en gatos que viajan en coche es el malestar estomacal. Para prevenirlo, es recomendable no darles comida durante las horas previas al viaje. Esta medida disminuye las posibilidades de que el animal sufra náuseas o vómitos mientras está en movimiento.

No olvides llevar su arenero en tus vacaciones

Aunque el trayecto sea corto, contar con un arenero a mano es importante, especialmente si el gato va a permanecer varias horas fuera de casa. Disponer de su bandeja de arena habitual, o una portátil, le permitirá mantener su rutina y hacer sus necesidades con normalidad tanto durante el viaje como una vez llegados al destino. Así, con estas pautas, los viajes en coche dejarán de ser un quebradero de cabeza. Prepararse con antelación puede marcar la diferencia y ayudar a que el trayecto sea más tranquilo y seguro para el gato… y para quienes lo acompañan.