Limpiar las ventanas de casa puede llegar a ser una de las tareas domésticas más fastidiosas de todas. Aunque acabar con la suciedad de los cristales es importante para que tu hogar luzca bien, supone mucho tiempo y esfuerzo y, además, hay que saber cómo hacerlo.

No sólo se trata de qué productos elijas para ello, también seleccionar el día y el momento perfecto puede marcar la diferencia para lograr unos cristales impolutos. Si están muy sucias lo mejor que puedes hacer es utilizar una esponja porosa y empezar a limpiar los cristales desde la parte inferior hacia la superior. No obstante, desde ElPlural.com te traemos unos trucos caseros para afrontar la limpieza de las ventanas de una forma fácil y sencilla.

Vinagre

Aunque parezca mentira, el vinagre puede ser tu mejor aliado ya que se trata de un producto común y sencillo pero muy eficaz. Así, lo mejor es mezclar la proporción de un vaso de vinagre blanco con tres de agua caliente. Mete el resultado en un difusor y, tras agitarlo bien, puedes rociarlo directamente en los cristales.

Si lo prefieres, puedes añadir unas gotas de limón para mejorar el olor. Otra opción usando este mismo producto es mezclar dos tazas de agua templada, tres cucharadas de vinagre blanco y media cucharadita de tu detergente líquido. Con estas dos combinaciones tendrás un limpiador perfecto y barato.

Papel de periódico

Se trata de un remedio muy antiguo pero es la herramienta definitiva contra la suciedad. El papel de periódico no raya los cristales, no suelta pelusas como los trapos y es infalible para dejarlos perfectamente limpios. Eso sí, es importante usar uno viejo ya que los nuevos pueden dejar algunas marcas de tinta. 

Otra opción muy casera y eco es limpiar las ventanas utilizando los filtros del café. Estos no dejan manchas ni rayones y es una manera de reciclar aquellos que no usas. Ni que decir tiene que estos tienen que estar limpios. 

Alcohol

Si lo que te preocupan son las huellas de los dedos en el cristal hay una solución muy sencilla. Solo tienes que diluir un poco de alcohol de quemar en agua en una proporción de uno por cada diez. Incorpóralo a un spray y aplica la mezcla directamente en el cristal. Además puedes usar el papel de periódico para secarlos y así quedarán perfectos y con brillo.

La importancia de los movimientos

Está claro que adecentar las ventanas es casi un arte. Y es que importan tanto los productos como la ejecución. Por eso un truco que puedes hacer para facilitarlo es limpiar desde la parte de abajo hacia arriba. Así evitarás que goteé el líquido que estés usando. 

Otro consejo es limpiar los cristales interiores con movimientos horizontales y los exteriores con movimientos verticales. De esta manera sabrás qué lado tienes que volver a repasar en el caso de que te queden marcas o manchas.

Hay que tener en cuenta también que en las ventanas no solamente hay que limpiar los cristales, ya que en ellas y en las persianas se acumula mucha suciedad, al estar en el exterior. Para limpiarlas y mantenerlas así, rocíalas con un spray antiséptico.

¿Cuándo es mejor limpiarlas?

Como hemos comentado anteriormente, elegir el día y el momento adecuado para llevar a cabo esta limpieza es clave para obtener buenos resultados. En primer lugar es importante hacerlo cuando no tengas prisa, como un día libre o en fin de semana. De esta forma lo harás con calma y con cuidado.

Pero lo mejor es limpiar las ventanas de casa en un día nublado. Esto se debe a que cuando está muy soleado los rayos inciden directamente sobre los cristales, lo que hace que se seque con mucha rapidez el producto. Aunque esto pueda parecer bueno en realidad lo único que se consigue es dejar residuos y marcas

Un día un poco más gris permite dejar actuar el limpiador el tiempo suficiente sin que se evapore y, al eliminarlo con un trapo o papel de periódico, se evitan las manchas. También hay que tener en cuenta la hora del día. Es mejor elegir un momento en el que la luz no incida directamente en los cristales como por la mañana temprano o a última hora de la tarde.

La importancia de tener los cristales limpios

Tener los cristales limpios es un aspecto que no solo se valora por su estética, sino que también es beneficio para nosotros y para los propios cristales. Cuando están sucios impiden el paso de la luz hacia el interior y, además, nos impedirán ver bien hacia el exterior.

Si nos vamos al terreno profesional poder entender fácilmente la importancia que tienen los cristales es clara. Si vemos un escaparate cuidado, con buena imagen y limpio inspira confianza, pero si, en cambio, lo vemos completamente lleno de polvo y otro tipo de suciedad, esto nos echará para atrás a la hora de entrar al establecimiento.