Dormir bien es fundamental para la salud, pero muchas veces las rutinas antes de acostarnos pueden estar saboteando nuestro descanso. La clave para mejorar la calidad del sueño radica en adoptar hábitos relajantes antes de dormir y evitar ciertas actividades que, lejos de ayudarnos, pueden dificultar la conciliación del sueño. Según expertos como James Wilson, de MattressOnline, y Claire Davies, consultora certificada en ciencia del sueño, hay varios errores comunes que la mayoría de las personas cometen sin darse cuenta, y que afectan directamente a su capacidad para descansar.

1. Cepillarse los dientes justo antes de acostarse

Es común que, justo antes de ir a la cama, nos cepillemos los dientes, nos lavemos la cara y nos pongamos el pijama. Sin embargo, aunque estos hábitos son importantes para la higiene personal, realizarlos a última hora puede interferir con el proceso de relajación que necesitamos para conciliar el sueño. James Wilson explica que las rutinas nocturnas deben ser calmantes y no activadoras, por lo que realizar estas actividades demasiado cerca de la hora de acostarse puede tener el efecto contrario.

La luz brillante del baño o el esfuerzo físico de cepillarse los dientes pueden estimular nuestro cerebro, dificultando la desconexión necesaria para descansar. Por eso, los expertos sugieren que estas tareas se realicen con antelación, de modo que podamos acostarnos directamente cuando sentimos sueño sin tener que realizar más acciones.

2. No ajustar la temperatura de la habitación

Uno de los factores más importantes para dormir es la temperatura de la habitación. Si el dormitorio está demasiado caliente o demasiado frío, esto puede dificultar la conciliación del sueño. Claire Davies, consultora en sueño, destaca que un error común es ajustar la calefacción o el aire acondicionado justo antes de acostarse.

Por otro lado, apagar la calefacción antes de acostarse también puede ser problemático, ya que la habitación no tendrá tiempo de enfriarse lo suficiente. La recomendación de los expertos es ajustar el termostato entre 18 y 20°C al menos una hora antes de acostarse, para que el dormitorio esté en su temperatura ideal para dormir.

3. Revisar el móvil antes de dormir

El uso de dispositivos electrónicos antes de acostarse es uno de los mayores culpables de la mala calidad del sueño. Aunque es tentador revisar las redes sociales o responder mensajes justo antes de dormir, esto puede interferir gravemente con nuestro descanso. La luz azul que emiten los teléfonos móviles y otros dispositivos electrónicos afecta el ritmo circadiano, es decir, el reloj biológico que regula nuestro sueño. Un estudio de 2018 encontró que usar el teléfono una o dos horas antes de dormir afecta negativamente tanto la capacidad para quedarse dormido como la calidad del sueño. Los expertos recomiendan evitar el uso del móvil durante al menos una hora antes de acostarse. Si no es posible prescindir de él, activar el modo noche en el teléfono puede reducir la exposición a la luz azul y ayudar a mitigar sus efectos.

Cómo mejorar tu rutina nocturna

Aparte de evitar los errores mencionados, también es importante adoptar ciertos hábitos que favorezcan la relajación antes de dormir. Aquí algunos consejos para crear una rutina nocturna que te ayude a conciliar el sueño de manera más rápida y efectiva:

  • Deja las pantallas a un lado: La luz azul de los dispositivos puede alterar el ritmo circadiano, así que es recomendable desconectar de las pantallas al menos una hora antes de acostarse. En su lugar, puedes leer un libro o escribir en un diario para despejar tu mente.
  • Crea un ambiente relajante: Atenúa las luces de tu habitación, pon una almohada cómoda, rocía un poco de aceite esencial de lavanda y asegúrate de que tu colchón sea adecuado para ti. Un entorno tranquilo y cómodo es esencial para un buen descanso.
  • Prueba con meditaciones o respiración relajante: Las meditaciones guiadas para dormir o un ejercicio de respiración, como el método 4-7-8, pueden ayudarte a relajarte y liberar el estrés acumulado durante el día.
  • Estiramientos suaves o yoga para dormir: Evita hacer ejercicio físico vigoroso antes de acostarte, ya que podría activarte en lugar de relajarte. El yoga para dormir o algunos estiramientos suaves pueden ser una excelente opción para liberar tensiones.
  • Un baño tibio puede hacer maravillas: Según un estudio de la Universidad de Texas, un baño tibio antes de acostarse, con agua a temperaturas entre 40 y 43°C, puede ayudar a relajarte y preparar tu cuerpo para un sueño reparador.