Durante años, la mezcla de bicarbonato de sodio y vinagre ha sido una solución habitual en muchos hogares para combatir atascos en fregaderos y lavabos. La reacción química entre ambos ingredientes genera una espuma efervescente que da la impresión de limpiar en profundidad. Sin embargo, aunque este truco sigue siendo popular, diversos expertos en limpieza advierten que su efectividad real contra obstrucciones más severas es limitada.
El bicarbonato de sodio como solución
Uno de los especialistas que promueve alternativas más eficaces es Ben Gin, experto en limpieza e inventor de soluciones ecológicas, que cada semana comparte consejos en sus redes sociales. Según explica, una de las formas más rápidas y eficaces de eliminar atascos en el hogar es utilizar soda, también conocida como el bicarbonato de sodio, en combinación con agua caliente. Este producto, habitual en muchas despensas, tiene propiedades alcalinas que ayudan a descomponer materia orgánica, grasas y restos de alimentos, principales responsables de las obstrucciones.
“El bicarbonato es muy versátil, pero la soda tiene un poder limpiador mayor en estos casos”, asegura Gin. A diferencia del vinagre, que es ácido, la soda es una base fuerte que, al mezclarse con agua caliente, reacciona liberando compuestos que disuelven eficazmente la suciedad acumulada en las tuberías. El procedimiento es sencillo: basta con verter un puñado de bicarbonato en el desagüe, añadir agua caliente y dejar actuar. Según el medio local Ludwigshafen24, los resultados pueden apreciarse en apenas 30 segundos, aunque es recomendable dejar reposar la mezcla durante al menos 30 minutos o incluso toda la noche para una limpieza más profunda.
Las ventajas de este método casero
Este método no solo es eficaz, sino también económico y respetuoso con el medio ambiente. Una dosis de soda cuesta menos de un euro, y al no contener productos químicos agresivos, resulta menos perjudicial tanto para las tuberías como para el entorno. Además, al tratarse de un producto biodegradable, su uso no contribuye a la contaminación del agua ni del suelo, lo que lo convierte en una opción sostenible para el mantenimiento doméstico.
Gin también aconseja utilizar este método como medida preventiva, aplicando pequeñas cantidades de soda regularmente para evitar que los residuos se acumulen. Así, se puede mantener el flujo de agua constante y prevenir olores desagradables sin necesidad de recurrir a productos industriales. Además, la soda también puede emplearse en otras tareas del hogar, como la limpieza de cubiertos de plata o superficies grasas.
Pese a su eficacia, el uso de soda como limpiador de desagües no es todavía muy conocido entre el público general. Sin embargo, cada vez más profesionales de la fontanería la recomiendan como una solución simple, asequible y ecológica para los problemas domésticos más comunes.