España es de los pocos países en el mundo que cuenta con persianas en prácticamente todas las ventanas de las casas. Aunque esto para algunos es una de las mejores cosas de nuestro país cuando sales de nuestras fronteras, sobre todo, a la hora de dormir, limpiarlas puede ser una tarea odiosa, especialmente la suciedad exterior.

Aun así, mantenerlas limpias es imprescindible y puede marcar la diferencia entre tener unas ventanas que se vean bien y otras que no tanto. Por eso, desde ElPlural.com te traemos los mejores trucos para quitar fácilmente la suciedad de tus persianas también por fuera.

Desmonta las persianas para acceder mejor a ellas

El primer paso es ver si puedes acceder a la parte exterior de las mismas. De ser así, el proceso va a ser mucho más sencillo. Lo mejor para empezar es desmontarlas, lo que te permitirá para acceder a todos los lados más fácilmente. Si no puedes, bájalas de forma parcial para que las rendijas y las lamas queden abiertas y puedas acceder a toda la suciedad acumulada. 

A continuación, con un cepillo de cerdas blandas cepilla toda la superficie de arriba a abajo para eliminar todo el polvo. Tras esto, puedes aspirarla bien por ambos lados para quitar los restos más rápidamente. Una vez has quitado el polvo, pasa una bayeta mojada en agua caliente y jabón neutro, de izquierda a derecha y de arriba a abajo. Esto hará que le saques brillo sin necesidad de usar otras elaboraciones.

Si aún así la suciedad continúa muy incrustada, deberás usar productos más específicos -aquí sí en función del material del que se trata para no estropearlo- o incluso utilizar una vaporeta para deshacer los restos. Una vez desinfectada, es importante secar todo a conciencia con un trapo seco para eliminar la humedad antes de volver a enrollarla. 

Si son de plástico, el proceso es infinitamente más fácil. Y es que la forma más rápida de limpiarlas es desmontarlas y sumergirlas en agua y jabón en la ducha o la bañera. Si frotas con una esponja y retiras los restos con un trapo seco podrás dejarlas perfectas para volver a usarlas. Recuerda secarlas antes de colgarlas para que no se acumule la humedad.

Abre el cajón superior

En el caso de no poder acceder al exterior el proceso puede ser un poco más lento. El truco principal es abrir el cajón superior donde se enrolla la persiana. Con una escalera si es necesario y un cubo con agua caliente y jabón neutro ve limpiando el trozo enrollado y ve desenrollando poco a poco hasta no ver la parte que ya has higienizado. Continúa hasta la siguiente vuelta y repite hasta limpiar la persiana al completo. 

Tras esto puedes seguir el mismo procedimiento anterior. Usa un cepillo de cerdas blandas para eliminar el polvo, aspírala y después pasa una bayeta para terminar de quitar los restos. 

Productos caseros para limpiar persianas

En la mezcla también puedes incorporar un chorro de vinagre o amoníaco para limpiar mejor las lamas y las rendijas, o incluso cepillos con esponjas extraíbles para llegar mejor a esquinas y recovecos que con un simple trapo no alcanzas. Un truco casero para secarlas es usar filtros de café limpios, lo que hará que no suelte partículas como los trapos y queden impolutas.

Con estos sencillos consejos, y unos cuantos productos caseros, podrás dejar tus persianas -tanto por dentro como por fuera- como nuevas. Con todo, lo mejor es realizar un mantenimiento y limpieza mínimo dos veces al año para que no se acumule demasiada suciedad y que reluzcan durante más tiempo.