Es uno de los desayunos más comunes en los bares, restaurantes y hogares de toda España. La mermelada es uno de los grandes protagonistas en las tostadas, además, nos permite endulzar cada mañana. Es una conserva de fruta cocida en azúcar. Así lo ha explicado El Español.

Aquí podríamos encontrar la razón de estar tan buena, pero es una trampa. Parece haber dudas sobre si este producto, cuyos sabores más consumidos son los de fresa y melocotón, es realmente un alimento saludable.

Algunos de sus valores nutricionales parecen desaconsejar su consumo cotidiano

¿Qué es la mermelada?

El término mermelada puede llevar a equívocos, ya que existen productos similares como la confitura. La mermelada se caracteriza por ser una conserva de fruta, elaborada a base de fruta que puede estar entera, troceada o triturada, con azúcar. Es cierto que la proporción de fruta y de los otros ingredientes puede ser variable. Además, se pueden añadir otros ingredientes como aditivos gelificantes, acidulantes y conservadores, además, de colorantes.

"Aunque la proporción de fruta y azúcar varía en función del tipo de mermelada, del punto de maduración de la fruta y de otros factores, el punto de partida habitual es que sea en proporción 1 a 1 en peso", se afirma en el informe del Ministerio.

Asimismo, desde el punto de vista legal, según la normativa europea, para que este producto pueda ser considerado mermelada debe contener un mínimo de 35% de fruta con carácter general, o un 25% cuando se trate de frutas rojas y membrillo. Además, para que pueda considerarse un producto de calidad "extra", estos porcentajes se incrementan hasta el 45 % y el 35 %, respectivamente. Además, para las mermeladas de cítricos se debe cumplir con una cantidad mínima del 20% de fruta del que un 75% debe proceder de la piel.

Bajo contenido en grasa

De esta manera, se destaca su bajo contenido en grasa y proteínas, además, de una cantidad reducida de calorías, que no alcanzan las 300 kilocalorías por cada 100 gramos de producto.

Pero, por el contrario, posee una elevada proporción de azúcar que alcanza entre el 45% y el 65%. por cada 100 gramos de mermelada podemos 0,2 de proteína, 70 de hidratos de carbono, 0,7 de fibra y unos 29 de agua. Además, contiene calcio (25 miligramos), magnesio (4 miligramos), potasio (44 miligramos), sodio (18 miligramos) y fósforo (18 miligramos). Unas cantidades bastante bajas que poco aportan.

Otras opciones

Existen variantes para las personas que no pueden consumir excesos de fructosa, y esta es la mermelada elaborada con sacarosa.  A pesar de todo, aporte energético de la fructosa y la sacarosa es bastante similar, ya que ambas aportan unas 4 kilocalorías por gramo. Otra posibilidad son las mermeladas sin azúcares añadidos, que poseen un valor energético más reducido. Ya que se redicen los azúcares por edulcorantes sin calorías, como sacarina, aspartamo o ciclamato.

Finalmente, sin lugar a dudas y como mejor opción es la fruta natural. La mermelada no es sustituible por una pieza de fruta, ya que los valores nutricionales de ambas no tienen nada que ver. En este sentido, incorporar al desayuno una o dos piezas de fruta variada es una excelente opción, ya que, además de aportar importantes nutrientes, vitaminas, fibras y minerales, se reducen los azúcares añadidos y las calorías vacías.