Dice el refrán que lo poco agrada y lo mucho cansa. En un mundo acelerado, de grandes ciudades a tope de prisas y estrés, a veces se añora lo diminuto. La tentación de buscar pequeños rincones donde reencontrarse con el sosiego, la paz y el silencio se convierte en algo necesario en determinados momentos.

Para pisar el freno y desintoxicarse de la gran ciudad por unos días, te proponemos una selección de siete pequeños rincones.