Tal y como rememora El Español, la frase de Miguel Arias Cañete, exministro de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente en 2013, es historia de nuestro país. El ministro popular observaba “un problema de sabor, pero no de salud”.
El contexto de aquella famosa frase es inherente a la voluntad del Ejecutivo de comercializar estos productos lácteos sin fecha de caducidad, evitando que el consumidor pensase que su vida estaba en riesgo una vez cumplida la fecha de caducidad.
La fecha de caducidad se cambió entonces por una de consumo preferente. ¿Cuál es la diferencia? Tal y como apunta la OCU, los primeros ponen en riesgo la salud y los segundos no son peligrosos a pesar de que sus propiedades organolépticas pueden bajar tras el paso de los días.
A pesar de que la mayoría de empresas de yogures han decidido mantener la fecha de caducidad, muchas son las personas que ya se piensan inmunes a un yogur pasado de fecha. Los fabricantes deciden qué tipo de marca poner en función de la elaboración del producto que comercializan.
Ahora bien, una vez expuestos todos estos supuestos: ¿cuánto tiempo aguanta un yogur pasado de fecha? La Academia Española de Nutrición y Dietética señaló en su momento que hablar “si se mantiene bien refrigerado, un plazo orientativo podría ser de entre dos y tres semanas”.
Además de ello, en declaraciones al noticiario previamente mencionado, Beatriz Robles, tecnóloga en alimentos, matiza estas recomendaciones: “En términos generales, la recomendación sería no consumir los productos después de la fecha señalada por el fabricante: si es fecha de caducidad, no comerlo fuera de plazo. Si es consumo preferente, se podría consumir sin riesgos”.