A la espera de la reunión que este martes celebrarán Carmen Calvo, vicepresidenta de Gobierno en funciones, y Pablo Echenique, secretario de Acción de Gobierno de UP, que podría desbloquear la situación, la inquietud por la cuenta atrás hacia el dilema investidura o elecciones está proporcionando datos llamativos. Inesperados, incluso.

Según el último barómetro de la Sexta, el 72,2 por ciento de los votantes de Unidas Podemos respalda la vía de apoyar la investidura de Pedro Sánchez aunque no haya Gobierno de coalición con el PSOE. Sólo un 25 por ciento avala la posición que todavía defiende Pablo Iglesias. Entre los que depositaron su voto en favor de Albert Rivera, una mayoría del 51,6 por ciento considera que Ciudadanos debería abstenerse si hubiera una segunda sesión de investidura, “para que el Gobierno de España no dependa de los independentistas.”

Conocedora, acaso, de las fluctuaciones que se registran en amplios sectores de votantes, Carmen Calvo, la política que se ha convertido en el soporte contra viento y marea de la estrategia de Pedro Sánchez, subrayó el sábado en una entrevista en televisión, las diferencias que siguen enfrentando a ambas formaciones. El desasosiego que genera esa situación es compartido por un gran número de votantes progresistas. También, por dirigentes políticos del PSOE y de Compromís.

La vicepresidenta del Gobierno valenciano y líder de Compromís, Mónica Oltra, ha pasado por los micrófonos de Al Rojo Vivo y ha apostado por el avance de la negociación entre PSOE y Unidas Podemos para hacer posible la investidura de Pedro Sánchez. Compromís, lo tiene claro, ha dicho: “No queremos asaltar los cielos [parafraseando por Pablo Iglesias], queremos mejorar la vida de las personas en la tierra”.  Y algunos presidentes autonómicos han subrayado públicamente la necesidad de encontrar sin más demora, ya una salida a la actual situación.

Emiliano García Page -que esta vez no ha incorporado a los morados a su Gobierno porque no obtuvieron ni un solo diputado en Castilla-La Mancha-, ha recomendado acordar un programa, con la condición de ser revisado dentro de un año. Tiempo en el que la formación de Pablo Iglesias ya habría apoyado los nuevos presupuestos del Estado, y las Autonomías habrían recibido la dotación presupuestaria que les corresponde. Mientras, la convocatoria de elecciones generales alargaría su situación de precariedad.

La presidenta del Congreso de los Diputados, Meritxell Batet, destacada dirigente de los socialistas catalanes, ha abogado por una legislatura serena, justo cuando la Cámara baja retoma su actividad marcada por esta pausa larga y compleja. En su opinión, “el país necesita estabilidad y un Gobierno en plenas facultades.”

En la hipótesis de unos nuevos comicios, los sondeos anuncian también una subida del PSOE en número de escaños. Incluso ABC, un medio tan poco sospechoso de simpatía hacia la izquierda, advierte de una posible mayoría absoluta del PSOE junto con los votos de UP y PNV, mientras que la derecha caería por la disminución de votos a Ciudadanos y a Vox. Eso supondría además que los votos de los independentistas no serían imprescindibles para la investidura de Pedro Sánchez.

¿Vale la pena arriesgarse a agotar la paciencia de los electores con un nuevo llamamiento a las urnas?

Enric Sopena es Presidente ad Meritum y fundador de ElPlural.com