Del 18 al 20 de octubre de 2022, la cuarta edición del Salón Internacional de la Minería reunirá en el Palacio de Congresos de Sevilla a los principales referentes de este sector en Europa al consolidarse como el único evento de esta índole en nuestro continente. La cita, organizada por las dos principales asociaciones sectoriales AMINER y COMINROC y promovida por la Junta de Andalucía, se celebra en un momento clave porque la demanda de minerales como el cobre, la plata, el zinc y el plomo aumenta, así como la de otros 17 elementos englobados en las denominadas tierras raras esenciales para la transición ecológica y energética.

Aunque la industria extractora presenta sus credenciales como una minería sostenible, comprometida con el entorno de las explotaciones y segura para sus trabajadores y la población de las zonas en las que se enclavan las minas, la España rural concentra el 80% de los indicios de yacimientos de minerales esenciales, según el inventario del Instituto Geológico Minero de España. 

A la hora de abrir o reabrir una mina los habitantes de las respectivas comarcas suelen oponerse con el liderazgo de organizaciones ecologistas, conservacionistas y plataformas ciudadanas. Para las mismas fechas del Salón Internacional de la Minería Amigos de la Tierra y Ecologistas en Acción han programado el Contra Salón Minero en la Sala Diego Angulo de la Facultad de Historia de la Universidad Hispalense bajo el lema “Frente a la extracción,reciclaje y reducción.” El evento alternativo cuenta con el respaldo de 21 plataformas de las comarcas españolas y portuguesas afectadas por proyectos mineros.

El martes 18, a las 18,30, habrá una concentración de protesta en FIBES y el jueves 20, a las once de la mañana, la exposición y mesa redonda sobre El reciclaje de metales como alternativa en la sede de la Universidad en la calle San Fernando.

La minería es uno de los sectores con mayor potencial para revitalizar territorios de la España vacía afectados por la despoblación y, en algunos casos, por el cierre de explotaciones que en su día perdieron rentabilidad, pero que hoy vuelven a recuperarla por la digitalización y la electrificación de muchos sectores como el de la automoción.

En la actual coyuntura de alerta por sequía, el talón de Aquiles de las compañías mineras es la falta de agua para sus procesos industriales, pese al incremento de la recirculación del agua que minimiza el consumo procedente de fuentes externas.

Los planteamientos que están detrás de la oposición a la extracción y el uso creciente de minerales no renovables hacen hincapié en la opción de la economía circular, la reutilización y el reciclaje de materiales, que son también ingredientes de la hoja de ruta de la Unión Europea para la transición verde de la economía.