Las encuestas de intención de voto que periódicamente se van publicando no hacen sino poner números concretos a lo que cualquier ciudadano sensato sabe: que PP y PSOE siguen perdiendo votos y que IU y UPyD siguen creciendo, mientras los partidos menores y los periféricos, más o menos, se mantienen.

El PP del invisible Rajoy está pagando caro los errores cometidos, antes y ahora. Y pierde apoyos de sus propios militantes, porque el Gobierno está cumpliendo su programa electoral en los asuntos ideológico/morales, pero lo está incumpliendo sistemáticamente en las decisiones económicas y territoriales (en los asuntos ideológico/nacionalistas); de sus votantes, porque en muy poco tiempo ha defraudado las esperanzas económicas que pusieron en ese partido y en Rajoy, y aún más cuando han salido a relucir los tejemanejes con el tal Bárcenas y los turbios asuntos de los sobres y las contabilidades que se están investigando; de los ciudadanos en general, porque ante los más que serios problemas que surgen Rajoy se esconde y no aparece hasta que no le queda más remedio, y, sin duda, por la pobreza y precariedad que han generado sus recortes, que lo son siempre solo en una y la misma dirección.

El PSOE del náufrago Rubalcaba no levanta cabeza porque sigue dando una de cal y otra de arena, y lo mismo pacta con Rajoy una postura común en Europa que pide su dimisión y dice romper todas las relaciones. Pierde votos y votantes porque mantiene una ambigüedad ideológica notable y ni se renueva en serio ni parece que tenga ninguna intención de hacerlo. Y pierde apoyos entre sus militantes (y votantes) porque no ha sido capaz de plantarse y hacer limpieza por el muy turbio asunto de los ERE, que también se está investigando. Algún día entenderá el náufrago por qué los votantes socialistas dejaron de votar al PSOE y miraron a la izquierda, pero seguramente será tarde.

No sé si se ha terminado el bipartidismo en España como algunos ya sostienen, pero sí es cierto que, hoy por hoy, entre estos dos partidos están en precario y no suman ya ni el 50% de los votos, o sea, que entre ambos suman algo así como el 30% del censo (el PP en 2011 consiguió él solo el 31% del censo, para hacernos una idea).

Jesús Pichel es filósofo y autor del blog Una cuerda tendida