En Murcia, el PP rinde honores a tres tránsfugas de Ciudadanos para evitar una moción de censura que le desbanque del poder. Convocando elecciones en Madrid, la popular Díaz Ayuso ha pasado de todo en plena pandemia, incluso de la paralización del reparto de millones de euros en ayudas.

Ambas comunidades tienen en común graves acusaciones de corrupción que se achacan al partido de Pablo Casado. En Madrid, los problemas se dirimen en los Tribunales con antiguos responsables de la Comunidad autónoma que ya han pisado la cárcel. En Murcia, la Fiscalía anticorrupción investiga contratos multimillonarios y adjudicaciones fragmentadas del Consistorio de la capital. 

Se trata de mantenerse en las poltronas como sea, pasando por encima de lo que haga falta. Y en ese relato, las formas han sufrido un daño irreparable. Díaz Ayuso comunicó de improviso que optaba por elecciones anticipadas. Cesó sin más a los consejeros de Ciudadanos, incluido el vicepresidente. Un récord de malas maneras.

En cuanto a Murcia, fue el ínclito campeón mundial en longitud de lanzamiento de huesos de aceituna, y secretario general del PP, Teodoro García Egea quien, al parecer, fue el muñidor del volantazo para frenar la moción de censura de PSOE y Ciudadanos contra el presidente López Mira.

El portavoz adjunto de Ciudadanos en el Congreso, Edmundo Bal, ha acusado a sus tres compañeros murcianos de “corrupción” por descolgarse tardíamente de la moción de censura que habían firmado. Demás, ha calificado de “mafiosa” la actuación del PP por ocultar las presuntas irregularidades que se puedan haber acumulado.

En el colmo de una jugada a tantas bandas, para que la nueva moción de censura contra el presidente murciano, el popular López Mira, prospere se necesitarían más apoyos, incluidos los de VOX y de los disidentes de este partido que en su día fueron expulsados.

 También en Madrid, las cosas están muy complicadas. Isabel Díaz Ayuso, contando sin duda con su consejero áulico, Miguel Ángel Rodríguez (antigua mano derecha de José María Aznar), anunció la disolución del Parlamento autonómico y la convocatoria de elecciones anticipadas. Todo ello, en un intento de adelantarse a la presentación de las mociones de censura presentadas por la oposición. El Tribunal Superior de Justicia de Madrid estudia este fin de semana que es lo que deberá prevalecer.

 Mientras, los sociólogos se han lanzado a estudiar qué resultado arrojaría la consulta del 4 de mayo, si se confirma su celebración. Esos estudios concluyen que Ayuso se alzaría con la victoria. Pero para formar el nuevo Ejecutivo necesitaría un pequeño apoyo de VOX. De ahí, que la derecha más extrema podría imponerse en Madrid. Algo que no parece preocupar al PP.