Una ley injusta, sin esposos y esposas
En lugar de callar como cuando encubren las vergüenzas que prefieren mantener ocultas, los obispos han dado su opinión al instar a que los ciudadanos (y sobre todo los políticos de un Gobierno con el que comulgan, en el más amplio sentido de la palabra) "obren de acuerdo con su conciencia para cambiar una ley injusta [la que permite el matrimonio entre personas del mismo sexo] que supone un maltrato a la familia y priva a los españoles de su derecho a ser reconocidos como esposo y esposa".

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