Rubalcaba ha calificado con acierto al gobierno del PP como el gobierno del ocultamiento masivo. Rajoy nada dice sobre sus intenciones, al menos dentro de España. La Moncloa se ha instalado en la media verdad, que es la peor de las mentiras.

El PP ha anunciado una reforma laboral cuyo contenido los españoles desconocemos, pero cuya consecuencia última escuchamos hace dos días por boca de Rajoy en una conversación a micro abierto: la huelga general. Rajoy anuncia recortes pero no los concreta en unos nuevos Presupuestos Generales del Estado (PGE) por mero cálculo electoral en Andalucía y Asturias. Aun recuerdo como, durante la campaña electoral, el PP argumentaba la necesidad del adelanto electoral por la exigencia de hacer unos nuevos PGE... Ya en el poder no les corre tanta prisa. Rajoy anuncia ajustes pero no dijo a la opinión pública que sus ajustes fueran ideológicos, como los están siendo, con el anuncio de reforma de la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo o la supresión de la asignatura de Educación para la Ciudadanía.

El PP ha ocupado el poder y aspira a desarrollar su programa ultraconservador. Ya lo está haciendo. Frente a ello, la izquierda española debe rearmar urgentemente su proyecto entorno al Partido Socialista, con un liderazgo experimentado que ejerza una oposición útil para los españoles: dura en la defensa de nuestro Estado del Bienestar y los derechos civiles, y constructiva en aquellos otros elementos que ayuden a España a salir de la crisis.

Un proyecto socialista, sin fronteras territoriales, que abandone el debate identitario y se centre en el debate social y la igualdad de oportunidades de los españoles, hoy en peligro. Un proyecto que apueste por Europa y la modernización del partido, innovando en sus procesos de participación. En este sentido, pequeños pasos serían muy relevantes. Así, la propuesta de Rubalcaba de no acumulación de cargos ayudaría a crear estructuras organizativas mas horizontales y potenciaría el trabajo en red.

El 38 Congreso es el punto de partida de una tarea apasionante y compleja, volver a construir un proyecto socialista ganador, ilusionante y solido, que es a la postre la alternativa que nos propone Rubalcaba: la del liderazgo solvente.

Pedro Sánchez fue diputado socialista en el Congreso la pasada legislatura y es profesor de la Universidad Camilo José Cela en Madrid