Alberto Núñez Feijóo ha vuelto a demostrar que su liderazgo es más una figura decorativa que una posición firme y coherente. Su silencio cómplice ante las irresponsabilidades de Carlos Mazón durante la Dana, que azotó la Comunidad Valenciana, lo retrata como un líder irresponsable, incapaz de hacer lo que la mayoría del país espera: pedir la dimisión de Mazón.

Feijóo no ha dicho una sola verdad en relación a la DANA en Valencia. Está convencido de que, con mentiras, engaños, falsedades y bulos, podrá tapar la gravedad de lo ocurrido. Se equivoca. Ninguna persona decente, ni en Valencia ni en el resto de España, puede entender sus recientes afirmaciones de que “va a seguir apoyando a Mazón, porque es coherente y valiente”.

¿Coherente Mazón? Cuando, cada vez que habla, da una versión diferente de lo ocurrido. Ya ha ofrecido hasta siete versiones distintas de lo que hizo el día de la DANA. Y parece que no han acabado. ¿Esto es ser coherente, señor Feijóo?

¿Valiente Mazón? Cuando los registros de llamadas de Salomé Pradas, exconsellera de Justicia e Interior, apuntan a la desaparición total y absoluta del presidente de la Generalitat valenciana en las horas más trágicas de la DANA. ¿Ser valiente es ocultarse para no afrontar una situación que ha sido de las más graves en la historia reciente de Valencia?

Si Mazón hubiese estado en Palau la tarde de la DANA, se mostrarían las imágenes. Si no hubiese estado incomunicado, se enseñaría su móvil. Si el almuerzo hubiese sido de trabajo, se mostraría la cuenta. Pero ni estuvo en Palau, ni cogió el teléfono, ni la comida era de trabajo. ¡Ya está bien de que el PP mienta y se burle de las víctimas!

La jueza de la DANA lo ha dejado muy claro: la gestión de la riada era competencia autonómica, y fue la propia Generalitat la que decidió no declarar la situación de “emergencia catastrófica”, lo que hubiese permitido transferir el mando al Gobierno central. Por tanto, ha rechazado investigar al Ejecutivo nacional y ha puesto el foco en el Consell de Mazón.

Se ha publicado la lista de llamadas entre Mazón y su consellera de Emergencias el día de la DANA, y la realidad es peor de lo que se pensaba. A las 12:52, Mazón no respondió: estaba en un acto. A las 16:29, tampoco lo hizo: estaba de sobremesa en El Ventorro. No devolvió la llamada a su consellera hasta una hora más tarde. Luego volvió a desaparecer. Hubo dos llamadas más, perdidas, a las 19:10 y a las 19:36. No respondió hasta las 20:10, con una llamada exprés. Un minuto después, se lanzó la alerta a los móviles.

Doce minutos y cuarenta y cinco segundos. Eso fue lo que Mazón dedicó a Pradas en lo peor de la DANA, cuando se ahogaban en barro más de 200 personas. Seis meses después de la tragedia, seguimos sin saber dónde estuvo el presidente de la Generalitat. Lo que sí sabemos es que debió dimitir hace tiempo.

Ni siquiera los votantes más fieles del PP entienden cómo, en los momentos más duros de la tragedia, Mazón siguió adelante con una comida y una larga sobremesa con una periodista en el restaurante El Ventorro, mientras miles de valencianos estaban literalmente con el agua al cuello.

Por cierto, ¿dónde está esa periodista ahora? ¿Por qué no se pronuncia sobre ese encuentro con el presidente de la Generalitat? Es curioso que algunos medios de comunicación de derechas, tan dispuestos a rastrear por tierra, mar y aire cualquier cuestión escabrosa cuando les interesa, no hayan mostrado el mismo interés en este caso. Seis meses después, solo hay silencio, Qué curioso, ¿verdad?

Peor aún que su ausencia, fue el intento posterior de Mazón por justificar lo injustificable. Sin ofrecer una explicación coherente o asumir responsabilidades, el presidente de la Generalitat se enredó en una sucesión de versiones cada vez más contradictorias.

Demasiado ocultismo y demasiadas mentiras. Mentiras, como las de Feijóo cuando, en su visita al Cecopi dos días después de la DANA, declaró que estuvo informado antes, durante y después del desastre. Esto, pese a que Mazón insiste en que “faltaba información” y no consta ni una sola llamada suya al líder popular el día de la tragedia. ¿Miente Feijóo? ¿Qué pensarán los votantes del PP?

Feijóo ha contado tantas mentiras como Mazón sobre la riada de Valencia. Hace unos días llegó a afirmar que el Gobierno de España ha puesto “cero euros” para afrontar los daños de la DANA. Miente, y sabe que miente. Hasta el 23 de abril de 2025, el Gobierno de Pedro Sánchez ha destinado más de 5.000 millones, concretamente, 5.044.746.826,11 euros para ayudar a Valencia. ¿Y cuánto ha puesto Mazón? Prácticamente nada. ¿Qué pensarán los votantes del PP?

¿Y qué decir de los acuerdos de Mazón con Vox? ¿De esto no tiene nada que decir Feijóo? En lugar de priorizar a las víctimas o reforzar los sistemas de prevención y respuesta ante emergencias climáticas, Mazón ha preferido pactar con Vox la eliminación de cualquier referencia a la violencia de género en los presupuestos de 2025. Eso sí: ha aumentado en siete millones el gasto en publicidad para lavar su imagen. ¿Qué pensarán los votantes del PP?

Está claro que el presidente de la Generalitat prefiere el marketing al trabajo en beneficio de los valencianos, y la propaganda al compromiso con las familias afectadas. Y Feijóo, en lugar de liderar con firmeza, se arrastra tras él. Su silencio, su complicidad y su cobardía lo convierten en corresponsable.

¿Por qué protege Feijóo tanto a Mazón? Porque si lo deja caer, él irá detrás. Lo que hizo -y lo que no hizo- Mazón lo saben los valencianos, y lo sabe Feijóo. Pero antepone el cálculo político a la dignidad de las más de doscientas víctimas. Mazón no sabe que está políticamente muerto, pero Feijóo sí sabe que el único que lo mantiene de pie es él.

Feijóo quiere a Mazón, pero no lo quiere cerca. Por eso Mazón huye de Valencia justo cuando se celebra el Congreso del PP europeo. La excusa es que va a dar charlas en Miami y en New York sobre aranceles. Lo que entenderá él sobre esto… El bochorno del PP no conoce límites.

Feijóo habla y opina de todo, menos de lo que debería explicar: ¿dónde estuvo Mazón desde las 14:45 hasta pasadas las ocho de la tarde el día de la tragedia? En política, además de tener altura, hay que tener decencia y dignidad. Ni Feijóo ni Mazón, ni los que los siguen aplaudiendo y encubriendo, han demostrado tener ninguna de las dos.

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