En esta vida se puede ser miserable, y luego, en un plano superior e inalcanzable, está el presidente de la Generalitat Valenciana, Carlos Mazón. Este 28 de abril, España ha vivido un momento excepcional con el apagón que ha afectado a toda la España peninsular y a Portugal. Desde las 12:30 del mediodía nadie tenía luz. A lo largo de la jornada, diversas comunidades autónomas han ido pidiendo que se declarar la situación de emergencia nacional, pero la valenciana no era una de ellas hasta que, pasadas las diez y media de la noche, la Generalitat ha emitido un tuit anunciando que se unía a otras comunidades populares como Andalucía, Murcia, Galicia o Madrid.

Esto no sería raro de no ser porque el Molt Honoratble se negó a pedir esta misma declaración tras la DANA. Los que somos de L'Horta y vivimos la tragedia de primera mano sufrimos la falta de medios y la descoordinación del Gobierno de Mazón. Aun recuerdo ese primer viernes tras la riada, que había sido martes, las declaraciones del alcalde de Alfafar, Juan Ramón Adsuara, que ojo es el PP, casi llorando, desesperado, mientras pedía que por favor alguien fuera a su pueblo a ayudarles.

Yo misma estuve ese sábado en Alfafar, viví allí varios años, y pude comprobar esa falta de medios de la que hablaba su alcalde. Aquella tarde de octubre, la inutilidad del Gobierno de este señor nos costó la vida de 228 vecinos que murieron ahogados en barro. Tuvimos miles de millones en pérdidas: se estiman en más de 18.000 millones de euros y subiendo. Pero aquello no era suficiente para pedir la intervención del Gobierno.

Hoy, lunes 28 de abril, a tan solo 24 horas de que se cumplan seis meses de la tragedia, Mazón y los suyos se descuelgan solicitando la declaración de la emergencia nacional porque nos hemos quedado sin luz unas horas. ¿De verdad que soy la única que piensa que esta es una asunción total de su ineptitud e inutilidad con la DANA? ¿De verdad que nadie más ve en este viraje un reconocimiento tácito de que se equivocó con la forma de gestionar la DANA?

ahora mismo solo puedo pensar en los miles de valencianos que estuvieron días y días sin luz, sin gas o son agua pero que, por lo visto, para Mazón no debían ser nada, pues ni se planteó pedir la emergencia nacional, como sí ha hecho ahora. Y eso que su amado líder, Alberto Núñez Feijóo, se lo dejaba caer por activa y por pasiva. Pero no sé ni porqué pienso en esto, en su falta de moral, si cuando los valencianos estábamos viviendo nuestro peor día, él se borró del mapa yéndose de comilona al Ventorro, y nadie sabe dónde después, para aparecer a las ocho y media de la tarde cuando los cadáveres ya flotaban por las calles de L'Horta.

Este jueves comienza, salvo anulación de última hora, el congreso del Partido Popular Europeo en Valencia. Los familiares de las víctimas van a ir a presentare 'sus respetos' tanto a Mazón, como al resto de líderes populares europeos. En la puerta también lo esperarán los periodistas, unos profesionales que espero no dejen de preguntarle por este cambio de criterio. Mazón no tiene vergüenza ni la conoce, pero lo de este lunes supera cualquier monstruosidad política conocida.  

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