Todo por la causa. El magistrado del Tribunal Supremo, Ángel Hurtado, no ha dudado en salir en defensa del novio la presidenta de Madrid Isabel Díaz Ayuso, Alberto González Amador, en su último auto. Para Hurtado, González Amador no solo no es un defraudador confeso, pese a que haya un correo electrónico donde su abogado escribe negro sobre blanco que admite haber cometido dos delitos fiscales, sino que, además, asegura que por la filtración de ese mismo correo electrónico a los medios se le ha causado un daño reputacional al novio de la presidenta.

Así, el magistrado dice en su auto que, “las diligencias solicitadas no las considero necesarias, por cuanto que no se alcanza a entender la incidencia que pueda tener ese correo de 12 de marzo, que se difunde a partir de la autorización de la persona a quien concierne el secreto, si es para minimizar la trascendencia del de 2 de febrero, cuando éste circula a partir de la actuación de un tercero ajeno a la confidencia, quien, más que divulgarlo, lo filtra subrepticiamente a la prensa, sin autorización alguna del titular del secreto, cuando la relevancia delictiva se encuentra en la quiebra de esa confidencialidad de su contenido, por parte del filtrador, con que se define el delito del art. 417 CP; tanta, que parece razonable deducir que ha sido tras la filtración de ese correo de 2 de febrero, con el reconocimiento expreso que en él se hace de que se han cometido dos delitos contra la Hacienda Pública, cuando aparece en determinados medios y ámbitos que a Alberto González Amador se le considera un defraudador confeso, sin serlo, con el daño reputacional que ello conlleva”.

Hurtado: ¿Juez o abogado defensor?

Es cuanto menos llamativo que un magistrado del Supremo se explique en estos términos, pues aunque todo el mundo sabe que una persona es inocente hasta que haya sentencia firme, no se deja de informar con respecto a los delitos que supuestamente ha cometido, mucho menos si encima hay un email en el que su letrado asume la comisión de esos delitos. La lista de publicaciones al respecto es infinita: nadie puso el grito en el cielo cuando se informaba sobre el extesorero del PP, Luis Bárcenas, o sobre el exministro, también del PP, Eduardo Zaplana.

Es más, tampoco ningún juez salió en defensa del futbolista Xabi Alonso cuando fue acusado también por delito fiscal, y eso que Alonso sí que es inocente a ojos de la Justicia pues ganó su juicio. Pero en el caso del novio de la todopoderosa lideresa madrileña, a todo un magistrado del Supremo, no le ha temblado el pulso para recordarle a propios y extraños eso de la presunción de inocencia. Una presunción de inocencia que, desde luego, no está defendiendo con tanta vehemencia cuando se trata del fiscal general del Estado, pues las pruebas de descargo se las ha pasado por el forro de la toga una y otra vez.

Y esta simple afirmación del magistrado no es baladí, puesto que no hay que olvidar que el novio de Ayuso ha presentado demandas como churros a todos aquellos que le han llamado defraudador confeso. Hurtado se ha quitado las puñetas y se ha dejado solo la toga para hacer de abogado defensor de González Amador. Y es que no hace falta ser demasiado listo para saber que, ahora, González Amador utilizará este auto para conseguir que se condene a su larga lista de personas demandadas.

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