El año 2025 ha sido especialmente fértil para el mundo de los juegos de mesa. Lejos de limitarse a una sucesión de lanzamientos, la sensación general entre la comunidad ha sido la de un sector que afina, consolida y se atreve a ir un paso más allá. Diseños más pulidos, experiencias más enfocadas y una clara apuesta por la rejugabilidad y la identidad propia han marcado una temporada que muchos ya consideran histórica.
Uno de los grandes protagonistas del año ha sido el juego cooperativo y narrativo, con propuestas ambiciosas que apuestan por campañas largas, mundos abiertos y decisiones con consecuencias reales. Pero 2025 también ha dejado espacio para euros exigentes, juegos económicos con alta interacción, títulos en solitario cada vez más cuidados y expansiones capaces de revitalizar auténticos clásicos modernos. Todo ello con una producción cada vez más sólida y una comunidad crítica que sabe reconocer cuándo un diseño merece destacar.
Para elaborar este ranking hemos recurrido a uno de los termómetros más fiables del sector: BoardGameGeek. La selección recoge los 15 juegos mejor valorados de 2025 según la nota de los usuarios y su posición en el ranking mundial, un criterio que no solo refleja calidad objetiva, sino también impacto real en mesa, sensaciones de juego y permanencia en el tiempo. No se trata de modas pasajeras, sino de títulos que han convencido a miles de jugadores en todo el mundo.
El resultado es una lista diversa, exigente y muy representativa del momento actual de la afición, con presencia de grandes licencias, proyectos de autor, éxitos surgidos en ferias como Essen y también creaciones nacionales que han sabido hacerse un hueco en la élite internacional. Estos son, sin discusión, los mejores juegos de mesa de 2025.
1. Crucero Galáctico:
Crucero Galáctico se alza como el gran vencedor de 2025 y el mejor juego del año según la comunidad de BoardGameGeek. Un reconocimiento que no llega por casualidad: estamos ante uno de los eurogames más exigentes y mejor afinados de los últimos tiempos. Bajo una temática tan poco habitual como sugerente —la gestión de una línea de cruceros de lujo por el espacio— el juego ha conquistado a los aficionados gracias a un diseño donde cada decisión tiene peso real y los errores se pagan caros.
A nivel mecánico, el título se articula en torno a un sistema híbrido de colocación de trabajadores, selección de acciones y construcción de motor, con una interacción constante marcada por el bloqueo y la competencia directa por los espacios clave. La planificación a medio plazo es fundamental, ya que las acciones encadenadas y la escasez de recursos obligan a priorizar con precisión cada turno. La sensación dominante en mesa es la de un juego muy “apretado”, donde ejecutar bien una estrategia resulta profundamente satisfactorio.
La dificultad es media-alta, no por reglas innecesariamente complejas, sino por la profundidad de sus sistemas y por la cantidad de variables que el jugador debe tener en cuenta en todo momento. Crucero Galáctico escala con solidez a distintos números de jugadores, aunque a 3 y 4 la interacción y el bloqueo elevan notablemente la tensión, mientras que a 2 ofrece una experiencia más controlable y estratégica, con mayor margen para planificar.
En cuanto a producción, presenta una caja de tamaño medio-grande, con componentes funcionales y una iconografía clara, pensada para facilitar partidas largas sin fricciones. No es un juego para iniciarse, sino una propuesta claramente dirigida a jugadores habituales que disfrutan de euros exigentes y poco complacientes. Para muchos aficionados, Crucero Galáctico no solo ha sido el mejor euro de 2025, sino una demostración de que la escuela euro sigue muy viva y en plena forma.
2. The Lord of the Rings: Fate of the Fellowship
El segundo puesto de 2025 es para The Lord of the Rings: Fate of the Fellowship, un juego traído a España por Asmodee que se ha consolidado como uno de los grandes referentes cooperativos del año. Su éxito se apoya en una combinación muy afinada de juego cooperativo narrativo, decisiones constantemente tensas y una integración temática muy sólida, capaz de conectar tanto con fans de Tolkien como con jugadores veteranos. El título logra recrear el viaje de la Comunidad sin caer en una complejidad excesiva ni en artificios innecesarios.
A nivel mecánico, propone una estructura cooperativa con influencias claras del sistema de Pandemic, aunque reinterpretadas a través de objetivos variables, gestión de amenazas y eventos ligados a regiones concretas de la Tierra Media. Los jugadores asumen distintos roles y deben coordinarse para contener el avance de la Sombra, gestionar recursos limitados y tomar decisiones que a menudo obligan a sacrificar eficiencia a cambio de coherencia narrativa. La presión es constante, con enemigos que avanzan y peligros que se acumulan turno tras turno.
Uno de los aspectos más interesantes del diseño es cómo traduce el conflicto central de la obra en sistemas de juego. El avance de la Sombra y la gestión de la esperanza actúan como auténticos motores de la partida, marcando el ritmo y penalizando tanto la inacción como los riesgos mal calculados. Esto hace que el juego se sienta menos abstracto que otros cooperativos del género y mucho más anclado en la historia que pretende contar.
Fate of the Fellowship escala con solvencia a distintos números de jugadores, ofreciendo sensaciones diferentes según la mesa: a 3 y 4 jugadores se potencia la sinergia entre personajes y la toma de decisiones colectiva, mientras que a 2 la experiencia es más contenida y táctica. Con una producción cuidada, caja grande y una iconografía clara que facilita el flujo de la partida, no es un título ligero ni un filler, sino una experiencia pensada para sentarse con tiempo y dejarse llevar por la narrativa. Para muchos jugadores, ha sido uno de los cooperativos temáticos más sólidos de los últimos años, quedándose muy cerca de liderar el ranking de 2025.
3. Vantage
El tercer puesto de 2025 es para Vantage, uno de los juegos más comentados y debatidos del año, pero para el que habrá que esperar hasta 2026 para que llegue a España de la mano de Maldito Games. Concebido como una experiencia de exploración en mundo abierto, se aleja de las estructuras clásicas del tablero para proponer algo más cercano a un sandbox trasladado al formato físico, donde cada jugador vive su propia aventura. Es, sin duda, uno de los títulos más originales y personales de la temporada, tanto por concepto como por ambición.
La base del juego es la exploración libre de un planeta alienígena, representado casi en su totalidad mediante cartas. En cada turno, los jugadores se desplazan a nuevas localizaciones o interactúan con su entorno, resolviendo acciones a través de un sistema de Dados de Desafío que introduce riesgo y tensión constante. No existe una narrativa lineal ni un camino prefijado: las decisiones, los encuentros y los descubrimientos van moldeando la partida y dando lugar a historias emergentes muy distintas entre sí.
Vantage no es un juego centrado en el combate ni en la optimización clásica, pero sí plantea una gestión continua del desgaste y de los recursos, con riesgo real de fracaso si se fuerzan demasiado las acciones. Aunque es cooperativo, la experiencia está diseñada para que cada jugador viva su propia historia de forma bastante independiente, lo que explica que brille especialmente a 1 y 2 jugadores, donde el ritmo es más controlable y la inmersión mayor. En grupos más grandes, la cooperación existe, pero es más puntual y contextual que constante.
En cuanto a producción, Vantage llega en una caja grande y muy cargada de contenido, con cientos de cartas, múltiples folletos de exploración y un despliegue considerable en mesa. Es un juego pensado para jugadores experimentados, dispuestos a dejarse llevar por la exploración, aceptar cierta imprevisibilidad y asumir que no todas las partidas seguirán un rumbo claro. Para muchos, no ha sido solo uno de los mejores juegos de 2025, sino una de las propuestas más arriesgadas y singulares que ha dejado el año.
4. The Elder Scrolls: Betrayal of the Second Era
En cuarta posición aparece The Elder Scrolls: Betrayal of the Second Era, uno de los lanzamientos más esperados y ambiciosos de 2025. La adaptación del universo del videojuego The Elder Scrolls al formato de juego de mesa ha despertado un interés poco habitual en este tipo de traslaciones, gracias a una fidelidad temática muy cuidada y a la envergadura de la experiencia que propone. No es un título discreto: es grande, exigente y claramente orientado a jugadores comprometidos con campañas de largo recorrido.
Estamos ante un juego cooperativo de campaña, con un fuerte componente narrativo y una estructura que se sitúa de lleno en el terreno de los grandes dungeon crawlers modernos. Los jugadores encarnan héroes con habilidades, estilos de juego y roles muy diferenciados, avanzando por escenarios conectados que desarrollan una historia continua. Uno de sus puntos más sólidos es la progresión persistente de los personajes, con decisiones que dejan huella y una sensación clara de crecimiento a lo largo de la campaña.
A nivel mecánico, el juego combina exploración, combate táctico basado en posicionamiento y gestión de habilidades, con un peso medio-alto que exige atención constante a las reglas y a las sinergias del grupo. El sistema no perdona errores y obliga a planificar cada enfrentamiento con cuidado, especialmente por la importancia del orden de activación, el uso del terreno y la coordinación entre personajes. Funciona especialmente bien a 2 y 3 jugadores, donde el control del ritmo y la toma de decisiones resultan más fluidos, aunque admite grupos más grandes a costa de partidas más largas y una mayor carga de gestión.
En el apartado de producción, Betrayal of the Second Era impresiona por su cantidad de componentes, miniaturas y presencia en mesa, con una caja que deja claro desde el primer momento que estamos ante un juego “evento”. Eso sí, también implica preparación exigente, sesiones largas y una curva de aprendizaje notable, factores a tener en cuenta antes de empezar la campaña. Es una experiencia pensada para quienes buscan inmersión total y compromiso a largo plazo, y para muchos aficionados se ha convertido no solo en uno de los mejores juegos de 2025, sino en una de las adaptaciones más sólidas y ambiciosas de un videojuego al tablero.
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5. Arydia: The Paths We Dare Tread
El qunto puesto del año es para Arydia: The Paths We Dare Tread, uno de los proyectos más ambiciosos que han llegado a mesa en los últimos tiempos y un referente claro del juego de aventuras cooperativo moderno. Concebido originalmente como un proyecto nacido en Kickstarter, su presencia sostenida en la parte alta del ranking durante todo 2025 responde a una propuesta pensada para el largo recorrido: una experiencia profunda, exigente y diseñada para grupos estables dispuestos a comprometerse con una campaña extensa.
Arydia es un juego cooperativo de exploración y campaña que apuesta por un mundo abierto sin mapa fijo, construido a través de un gran libro que va revelando localizaciones, situaciones y decisiones a medida que los jugadores avanzan. No hay recorridos prefijados ni una progresión guiada: la partida se construye a partir de la curiosidad del grupo, de las elecciones narrativas y de las consecuencias persistentes que estas generan, en una estructura muy cercana a la de un RPG de mesa trasladado al tablero.
A nivel mecánico, el juego se apoya en la gestión detallada de personajes, el desarrollo de habilidades y la resolución de encuentros con un peso mínimo del azar tradicional. El combate existe y es táctico, pero no domina la experiencia: muchas situaciones pueden abordarse de distintas formas, premiando la planificación, el contexto y las decisiones narrativas por encima de la confrontación directa. Esto convierte cada sesión en un ejercicio de lectura del entorno y de coordinación grupal, más que en una sucesión de combates.
Arydia funciona especialmente bien a 2 y 3 jugadores, donde el ritmo es más ágil y cada decisión individual tiene un impacto más claro en el desarrollo de la campaña, aunque también escala a cuatro a costa de una mayor carga cognitiva, preparación exigente y sesiones largas. Con una caja de gran tamaño y una propuesta claramente orientada a jugadores experimentados, no es un juego para sesiones ocasionales, sino una experiencia que pide tiempo, atención y compromiso. Para muchos aficionados, no solo ha sido uno de los mejores juegos de 2025, sino un serio candidato a convertirse en un clásico del cooperativo narrativo de aventuras.
6. Finspan
Finspan llega en 2025 como una reinterpretación directa de uno de los grandes éxitos modernos, tomando como punto de partida Wingspan y trasladando su estructura a un nuevo entorno temático centrado en la vida marina. Una joya que llega a España a finales de este año con Maldito Games. Lejos de ser un simple cambio de piel, el juego introduce ajustes de ritmo y diseño que lo convierten en una experiencia más directa y dinámica, capaz de atraer tanto a quienes ya conocen la saga como a nuevos jugadores.
La base del sistema no es la colocación de trabajadores, sino la selección de acciones a través de los distintos hábitats, en este caso zonas oceánicas, para activar cadenas de efectos cada vez más potentes. Finspan acelera la construcción del motor desde las primeras rondas y reduce la sensación de pasividad presente en algunos momentos de Wingspan, obligando a planificar con mayor intención a medio plazo y a tomar decisiones más relevantes turno a turno.
Funciona especialmente bien a 2 y 3 jugadores, donde el control del motor de acciones es más claro y el entreturno se mantiene muy contenido, aunque también escala con solvencia a cuatro sin perder fluidez. La dificultad es media, ideal tanto para jugadores que ya vienen de Wingspan como para quienes se acercan por primera vez a este tipo de euros accesibles pero con recorrido, apoyados en una alta rejugabilidad gracias a la variedad de cartas y a los distintos objetivos de puntuación.
En el apartado de producción, Finspan mantiene el sello de calidad de la línea: componentes cuidados, ilustraciones atractivas y una iconografía clara, con una caja de tamaño medio pensada para salir a mesa con facilidad. Para muchos jugadores, ha sido uno de los lanzamientos más celebrados del año y una prueba de que el llamado “universo Span” todavía tiene margen para reinventarse sin perder su identidad.
7. Toy Battle
Toy Battle se ha colocado en séptima posición del ranking de 2025 como uno de los mejores ejemplos de cómo diseñar un juego accesible y rápido sin renunciar a decisiones relevantes, distribuido en España por Asmodee. Bajo una estética amable y muy llamativa, propone enfrentamientos entre ejércitos de juguetes que funcionan tanto con público familiar como con jugadores habituales que buscan partidas ágiles, tensas y con margen para la revancha inmediata. Su gran acierto es ese equilibrio entre entrada fácil y lectura de mesa constante.
A nivel mecánico, Toy Battle se apoya en un sistema de control de zonas muy dinámico, articulado a través de cartas jugadas de forma simultánea que resuelven los enfrentamientos casi al instante. Esto elimina tiempos muertos y evita que los errores se arrastren durante toda la partida: cada turno ofrece nuevas oportunidades para recuperar terreno, obligando a decidir cuándo presionar, cuándo reforzar posiciones clave o cuándo ceder espacio de forma estratégica. Es un control de áreas directo y poco punitivo, pensado para mantener la tensión de principio a fin.
El juego funciona especialmente bien a 2 y 4 jugadores, donde el conflicto es más claro y la interacción más constante, aunque escala sin problemas a otros números manteniendo su ritmo rápido. La dificultad es media-baja, lo que lo convierte en una excelente puerta de entrada a los juegos de confrontación, pero con suficientes capas como para seguir resultando interesante tras varias partidas. Esa combinación de reglas sencillas y decisiones simultáneas hace que cada enfrentamiento sea distinto y muy rejugable.
En cuanto a producción, Toy Battle presenta una caja compacta, con componentes coloridos, resistentes y pensados para un uso intensivo. Es un juego que invita a encadenar partidas y pedir la revancha, algo poco habitual en el género del control de áreas. Para muchos jugadores, ha sido una de las sorpresas más agradables de 2025 y una demostración clara de que los juegos “para todos los públicos” también pueden ganarse un sitio entre los mejores del año sin complejos.
8. Hot Streak
Hot Streak se ha colado en el octavo puesto del ranking de 2025 como uno de los mejores ejemplos de push your luck moderno, un tipo de juego que este año ha vivido un notable resurgir. Su éxito no está en la originalidad de la propuesta, sino en lo bien afinada que está: reglas mínimas, tensión inmediata y decisiones constantes, capaces de generar risas, piques y momentos memorables en apenas unos minutos.
La base del juego gira en torno a acumular riesgo de forma progresiva, decidiendo turno a turno si asegurar lo conseguido o seguir forzando la suerte para aumentar la recompensa, con la posibilidad muy real de perderlo todo. Cada carta revelada incrementa esa sensación de vértigo y convierte la partida en un pulso continuo entre ambición y prudencia. Es un sistema sencillo, pero tremendamente efectivo, que entra en materia desde el primer turno y no levanta el pie del acelerador.
Hot Streak funciona especialmente bien con grupos grandes, donde las reacciones, los comentarios y los cambios bruscos de fortuna forman parte esencial de la experiencia, aunque también resulta disfrutable a pocos jugadores. La dificultad es baja, pero eso no significa que sea trivial: la única habilidad real está en leer el momento adecuado para plantarse, algo que rara vez es tan evidente como parece. Por eso encaja tan bien como juego familiar, de inicio de sesión o como cierre ligero tras propuestas más densas.
En el apartado de producción, presenta una caja compacta, centrada casi por completo en cartas, con una iconografía clara y un diseño pensado para ir directo al grano. Hot Streak no aspira a ser profundo ni estratégico en el sentido clásico, pero sí extraordinariamente eficaz como generador de tensión y ambiente. Para muchos jugadores, ha sido uno de los títulos más divertidos y mejor calibrados de 2025 dentro de su categoría, demostrando que, a veces, arriesgar también es la mejor decisión en la mesa.
9. Nemesis: Retaliation
Nemesis: Retaliation confirma en 2025 que la saga Nemesis sigue siendo uno de los grandes referentes del juego temático de supervivencia, pero lo hace dando un paso decidido hacia una experiencia más agresiva y confrontacional. Esta nueva entrega no se limita a intensificar lo conocido, sino que reinterpreta el sistema para poner el foco en la acción directa, el choque con las criaturas y una sensación de peligro constante desde los primeros turnos. El resultado es, para muchos jugadores, el capítulo más intenso y cinematográfico de la línea.
A nivel de diseño, Retaliation mantiene el ADN de la serie —exploración de la nave, gestión de mano, eventos imprevisibles y narrativa emergente—, pero introduce cambios que reducen el sigilo y los tiempos de preparación para empujar al grupo hacia el conflicto. El juego no solo permite asumir riesgos: te obliga a hacerlo, acelerando la escalada de amenazas y castigando la pasividad. La tensión ya no se construye lentamente, sino que estalla pronto y se mantiene alta durante toda la partida.
La experiencia brilla especialmente a 4 y 5 jugadores, donde el caos controlado, la cooperación forzada y la desconfianza generan situaciones memorables y giros inesperados. A menos jugadores es más manejable y estratégica, pero pierde parte de esa naturaleza salvaje y desbordada que define esta entrega. La dificultad es media-alta, no por reglas especialmente complejas, sino por la presión constante, la rapidez con la que todo se descompone y la necesidad de adaptarse sobre la marcha a escenarios límite.
En el apartado de producción, Nemesis: Retaliation vuelve a apostar por una caja grande repleta de miniaturas, cartas y componentes de alto impacto visual, con una presencia en mesa tan imponente como exigente en espacio y tiempo. Es una propuesta claramente orientada a jugadores experimentados que buscan partidas intensas, narrativas y sin concesiones. Para muchos aficionados, ha sido uno de los grandes títulos temáticos de 2025 y la prueba de que Nemesis sigue evolucionando, no añadiendo más, sino cambiando el enfoque sin perder identidad.
10. Zenith
Zenith se ha ganado el décimo puesto del ranking de 2025 como una demostración clara de que la profundidad estratégica no necesita reglas complejas ni grandes despliegues. Su ascenso ha sido progresivo, impulsado por el boca a boca y por partidas muy tensas que convencen especialmente a quienes buscan duelos mentales ajustados, elegantes y sin artificios.
El núcleo del juego es un sistema de mayorías y control de influencia en el que los jugadores compiten por dominar el Senado y los planetas de un sistema solar habitado por humanos, robots y animods. A través de una gestión muy afinada de cartas, cada decisión tiene consecuencias inmediatas: cuándo intervenir en una zona, cuándo reservar opciones o cuándo forzar al rival a reaccionar marca la diferencia. No hay turnos automáticos ni acciones de relleno; todo gira en torno a leer al oponente y anticiparse a sus movimientos.
Zenith funciona tanto a dos jugadores como a cuatro en equipos, ofreciendo en ambos casos una confrontación directa y constante, donde las mayorías cambian con rapidez y las partidas se deciden por detalles mínimos. La dificultad es media, con reglas accesibles pero un techo estratégico alto, lo que invita a repetir partidas y a probar enfoques tácticos distintos sin sensación de agotamiento.
En cuanto a producción, presenta una caja compacta, centrada principalmente en cartas, con una iconografía clara y un diseño sobrio que refuerza su carácter estratégico. No busca impresionar por lo visual, sino por la tensión que se genera en mesa. Para muchos jugadores, Zenith ha sido uno de los tapados más interesantes de 2025 y una prueba de que los juegos contenidos, bien afinados y con interacción directa constante siguen teniendo un lugar destacado entre lo mejor del año.
11. Star Wars: Battle of Hoth
Star Wars: Battle of Hoth se ha colocado entre los juegos más destacados de 2025 como una de las mejores adaptaciones tácticas del universo Star Wars al tablero, y no es decir poco en una licencia con innumerables títulos a sus espaldas. Esta visión, traída por Asmodee, está centrada en el asalto imperial a la base rebelde en Hoth, uno de los enfrentamientos más icónicos de la saga, el juego logra capturar la épica cinematográfica del momento sin renunciar a la claridad ni a un ritmo ágil en mesa.
A nivel mecánico, propone un enfrentamiento claramente asimétrico, estructurado a través de escenarios con objetivos variables y un sistema táctico accesible, basado en la activación de unidades y el control de posiciones clave. Cada bando afronta la partida de forma muy distinta: el Imperio presiona con fuerza bruta y avance constante, mientras que los rebeldes deben resistir, optimizar recursos y ganar tiempo, en una auténtica carrera contrarreloj. No es un wargame tradicional, sino un juego táctico de escaramuzas pensado para ofrecer decisiones significativas sin una carga de reglas excesiva.
El juego funciona especialmente bien a 2 jugadores, donde el duelo es más directo, tenso y temático, aunque también admite más participantes repartiendo responsabilidades dentro de cada facción, a costa de un control algo menor del ritmo. La dificultad es media, con reglas claras y una duración contenida que facilita sacarlo a mesa sin una preparación pesada. La variabilidad de escenarios y configuraciones invita a repetir partidas sin que la experiencia se vuelva previsible.
En el apartado de producción, Battle of Hoth luce una caja grande repleta de miniaturas, con un acabado visual muy atractivo y fiel a la licencia. Es un título claramente pensado para fans de Star Wars, pero también para quienes buscan un juego táctico accesible, muy temático y con un fuerte componente narrativo. Para muchos jugadores, ha sido uno de los lanzamientos más sólidos del año dentro del catálogo de la saga y una demostración de que la épica galáctica puede trasladarse al tablero con equilibrio, ritmo y personalidad propia.
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12. Moon Colony Bloodbath
Moon Colony Bloodbath se ha ganado su puesto en la recta final del ranking de 2025 como una de las propuestas más irreverentes y radicales del año. Con un tono descaradamente oscuro y una estética que mezcla ciencia ficción, horror y sátira, ofrece una experiencia que no busca agradar a todo el mundo, sino empujar al jugador a aceptar el desastre como parte del viaje. Quienes conectan con su propuesta suelen hacerlo con entusiasmo, precisamente por lo incómoda y excesiva que resulta. Esta novedad de 2025 llegará en este 2026 entrante de la mano de Devir en España, que lo ha incluido en su lista de novedades en las que están trabajando, como también es Rebirth, el bombazo que nos ha dejado este año Reiner Knizia, o el aclamado Dragon Eclipse, que ha quedado fuera del ranking por muy poco.
En mesa, el juego plantea una supervivencia entendida como gestión del colapso, no como optimización. El sistema central se apoya en cartas y eventos extremos que hacen que la situación empeore de forma constante, obligando a tomar decisiones donde casi nunca hay una opción buena. El azar no se disimula ni se suaviza: es el motor que impulsa la partida hacia el caos, eliminando cualquier ilusión de control y convirtiendo cada turno en un nuevo problema que resolver… o simplemente soportar.
La experiencia funciona especialmente bien en grupos medianos, donde la interacción, las reacciones y los giros inesperados alimentan un tono casi cinematográfico, tan absurdo como cruel. La dificultad es secundaria frente a la presión y la escalada imparable de desastres; el objetivo no es “jugar bien”, sino aguantar lo inevitable el mayor tiempo posible y ver qué historia emerge del desastre colectivo. Es un juego ideal para quienes disfrutan de narrativas emergentes, humor negro y sensaciones intensas sin red de seguridad.
En cuanto a producción, Moon Colony Bloodbath presenta una caja de tamaño medio, con componentes muy alineados con su identidad visual y un despliegue en mesa que refuerza su atmósfera opresiva. Es un título imperfecto, excesivo y deliberadamente incómodo, pero también tremendamente memorable. Para muchos jugadores, ha sido uno de los juegos más singulares de 2025 y una demostración de que, a veces, perder el control es exactamente la experiencia que un diseño quiere ofrecer.
13. Covenant
Los últimos tres puestos los reservamos para el producto patrio: juegos Made in Spain. En el puesto 13 aparece Covenant, uno de los grandes nombres propios de 2025 y, sin duda, una de las sorpresas más celebradas de la Feria de Essen. Su presencia en la parte alta del ranking no responde solo a la calidad del diseño, sino también a su relevancia simbólica: estamos ante un juego diseñado en España, con autor y artista nacionales, que ha logrado un reconocimiento internacional poco habitual. Publicado por Devir, Covenant se ha convertido en un motivo de orgullo para la escena lúdica española.
En Covenant, los jugadores encarnan clanes de enanos enfrentados por el control de la minería en el interior de una gran montaña, excavando túneles, gestionando recursos y cumpliendo contratos para reforzar su posición. Esa sensación de progresión —de adentrarse cada vez más en la montaña— no es solo temática, sino también mecánica: cuanto más avanza la partida, más ajustadas y dolorosas se vuelven las decisiones, con menos margen para rectificar.
El diseño corre a cargo de Germán P. Millán, que firma aquí un juego estratégico, tenso y muy poco complaciente, construido alrededor de un sistema de cartas multiuso que actúan como motor de todas las acciones. Cada carta jugada implica renunciar a otras posibilidades, y el juego obliga constantemente a elegir qué sacrificar para avanzar. No hay turnos neutros ni acciones de relleno: cada decisión tiene un impacto inmediato y condiciona el desarrollo futuro de la partida, lo que refuerza esa sensación permanente de ir siempre justo.
La dificultad es media-alta, más por profundidad que por complejidad normativa. Funciona especialmente bien a 2 y 3 jugadores, donde la interacción es más directa y la lectura del rival resulta crucial, aunque también escala a más participantes introduciendo un grado adicional de incertidumbre. La rejugabilidad es uno de sus grandes puntos fuertes, apoyada en la variabilidad de cartas y en las distintas aproximaciones tácticas posibles desde la primera ronda.
El apartado visual, firmado por Enrique Fernández Peláez, es otro de los grandes pilares del juego. Su identidad artística es potente, coherente y muy reconocible, contribuyendo de forma decisiva al impacto en mesa y a su éxito en ferias y jornadas. Con una caja de tamaño medio y un despliegue contenido, Covenant demuestra que no hace falta una producción desmesurada para dejar huella. Para muchos jugadores, no solo ha sido uno de los mejores juegos españoles del año, sino también uno de los títulos estratégicos más sólidos y respetados de todo 2025.
14. Orloj
En el puesto 14 del ranking aparece Orloj: The Prague Astronomical Clock, un título que confirma el excelente momento del diseño español al convertir un elemento histórico tan concreto como el reloj astronómico de Praga en una experiencia de mesa con identidad propia. Aquí el tema no es decorativo: el paso del tiempo, los engranajes y el ritmo del reloj están integrados en el núcleo del juego, condicionando cada decisión desde el primer turno en este juego distribuido por Perro Loko games.
Diseñado por Abraham Sánchez Hermida y Paloma J. Pascual, Orloj es un eurogame de planificación a medio plazo y adaptación constante en el que los jugadores asumen la responsabilidad del mantenimiento y el prestigio del reloj. Las acciones disponibles no se eligen libremente, sino que están determinadas por el avance del mecanismo, obligando a anticipar jugadas y a adaptarse a un sistema que avanza sin esperar al jugador. La sensación dominante es la de ir siempre un paso por detrás del tiempo, ajustando planes sobre la marcha.
La dificultad es media-alta, más por lo ajustado y poco indulgente de sus sistemas que por una complejidad normativa excesiva. No hay turnos de relleno ni decisiones inocuas: cada acción tomada implica renunciar a otras y los errores son difíciles de corregir. Funciona especialmente bien a 2 y 3 jugadores, donde el control estratégico y la lectura del sistema son más claros, aunque escala con solvencia a más participantes aumentando la presión por las acciones clave.
El apartado artístico, firmado por Jesús Fuentes y Amelia Sales, refuerza esa sensación de precisión y elegancia, con una identidad visual sobria, coherente con el contexto histórico y una iconografía clara que facilita la toma de decisiones. Con una producción cuidada y un despliegue contenido, Orloj se consolida como uno de los euros españoles más respetados de 2025 y un ejemplo especialmente logrado de cómo tema y mecánicas pueden avanzar al mismo ritmo.
15. Carnival of Sins
Cerramos el ranking de 2025 con Carnival of Sins, un título que se ha ganado con justicia su puesto de honor y que simboliza a la perfección el gran momento creativo del diseño español. Publicado por Tranjis Games, fue uno de los grandes protagonistas de la última Feria de Essen, donde agotó existencias en tiempo récord gracias al boca a boca y a la curiosidad que despiertan las propuestas arriesgadas y con identidad propia.
El diseño es obra de Àlex Nogués, que firma aquí un juego tan irreverente como inteligente, construido alrededor de un sistema de riesgo y consecuencias acumulativas. Carnival of Sins no se limita a ofrecer decisiones interesantes: empuja activamente al jugador a cruzar líneas, a aceptar beneficios inmediatos sabiendo que más adelante habrá que pagar un precio. Cada elección refuerza esa sensación de estar jugando con fuego, en un diseño donde la tentación nunca es gratuita y el castigo siempre llega, antes o después.
A nivel temático, el juego sitúa a los jugadores en un carnaval decadente inspirado en los siete pecados capitales, donde cada pecado representa una forma distinta de obtener ventaja a costa de empeorar la situación futura. Esa relación directa entre tema y mecánica es clave para entender la experiencia: la incomodidad no nace solo del humor negro, sino de tener que asumir que las peores consecuencias suelen ser fruto de tus propias decisiones. El juego no juzga, pero tampoco perdona.
La dificultad es media, con reglas accesibles y una tensión constante en mesa que se intensifica a medida que se acumulan efectos negativos y dilemas incómodos. Funciona especialmente bien con grupos medianos, donde la interacción directa, las reacciones cruzadas y el tono provocador convierten cada partida en una experiencia tan incómoda como memorable, muy alejada de lo habitual en juegos de este perfil.
El apartado visual corre a cargo de Vicente Cifuentes, cuyo trabajo dota al juego de una identidad gráfica potente, oscura y satírica, perfectamente alineada con su propuesta. Con una producción cuidada y una presencia en mesa que no deja indiferente, Carnival of Sins se despide de este ranking como algo más que “el último de la lista”: es una declaración de intenciones. Para muchos jugadores, ha sido uno de los juegos españoles más comentados de 2025 y una prueba clara de que el riesgo creativo también puede tener premio en el panorama internacional.
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