De seguir practicándose al ritmo actual la cruel tradición de la mutilación genital femenina o ablación, 86 millones de niñas la sufrirían de aquí a 2030 según los cálculos de la Organización Mundial de la Salud. Tras esta aberrante práctica, las mujeres quedan marcadas no sólo por daños físicos, sino también por eternas secuelas psicológicas.

Así, el portavoz de la organización ha explicado que la ablación, que sirve para eliminar el placer sexual de la mujer y comprende todos los procedimientos consistentes en la resección parcial o total de los genitales externos femeninos, así como otras lesiones de los órganos genitales femeninos por motivos no médicos, “no tiene justificación alguna, solo causa dolor y jamás debe practicarse”.

Unas 200 millones de mujeres en el mundo, de las cuales 44 millones son menores de 14 años, han sufrido mutilación genital, según cifras de las ONG Plan International, Cruz Roja Española, Medicusmundi y World Vision. Cruz Roja Española informa de que la MGF se centra en 29 países de África y Oriente Medio, aunque se trate de un problema universal, ya que también se da en algunos países asiáticos como La India, Indonesia, Iraq y Pakistán, así como en algunas comunidades indígenas de Iberoamérica. Incluso persiste en ciertas poblaciones migrantes que viven en Europa Occidental, en Norteamérica, Australia y Nueva Zelanda.

Plan International alerta de que 15 millones de adolescentes de entre 15 y 19 años están en riesgo de ser mutiladas genitalmente, aunque las cifras pueden ser mayores ya que, por lo general, la mutilación se hace de manera clandestina y sobre todo en zonas rurales.