Carlo Maria Cipolla (1922-2000) fue un economista italiano, autor de obras como Las máquinas del tiempo o Pequeñas crónicas, que, a mediados de los años setenta, enunció su famosa Teoría de la Estupidez, que, por su propia naturaleza y ateniéndonos al panorama, sigue vigente hoy: dice que la estupidez es atemporal. El texto era muy breve pero constituye una de las grandes piezas de filosofía satírica de la segunda mitad del siglo XX, y advertía del gran peligro social que suponen las personas estúpidas. Cipolla fue Catedrático de Historia económica en las universidades de Pavía y Berkeley, y ha sido uno de los mayores historiadores del siglo XX.

“La humanidad se encuentra –y sobre esto el acuerdo es unánime- en un estado deplorable”, expresa el autor. Y esto, a su juicio, se debe en buena medida a la abundancia de personas estúpidas, que para el autor es la categoría más peligrosa de los seres humanos. Ellas nos rodean por todas partes, dispuestas a hacernos daño y hacérselo a sí mismas. Todo comenzó como una forma de humor, asociada a la crítica del fraude científico que hizo Cipolla en Allegro ma non troppo, hasta que esas explosivas Leyes fundamentales de la estupidez humana se revelaron no sólo como una parodia de ciertas formas de análisis sociológico, sino también como una reflexión llena de lucidez sobre la realidad de los daños que causa “el poder político, económico o burocrático” puesto en manos de las personas estúpidas.

Conoce, aquí, las cinco leyes fundamentales de la estupidez humana que enunció Cipolla.

  1. “Siempre e inevitablemente cualquiera de nosotras subestima el número de personas estúpidas que circulan por el mundo”.
  2. La probabilidad de que una persona dada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica propia de dicha persona”.
  3. Una persona estúpida es aquella que causa un daño a otra persona o grupo de personas sin obtener ella ganancia personal alguna, o incluso obteniendo un perjuicio en el proceso”.
  4. “Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Asociarse con personas estúpidas constituye, invariablemente, un error, o dos”.
  5. “La persona estúpida es el tipo de persona más peligrosa que existe”.