Las conferencias, debates, reuniones, cumbres sobre el clima se suceden. Al final para llegar todas a la mismas conclusiones y tomar una serie de resoluciones bien orientadas e intencionadas. Pero que a falta de medios y de políticas sancionadoras, muchas veces se quedan en nada. A ver si en el caso de la XXII Cumbre sobre el Clima que se inicia este viernes en Marrakesh la cosa es distinta. Esta cumbre cuenta con el impulso de la entrada en vigor de los acuerdos de París sobre cambio climático. Se abordarán las medidas necesarias para conseguir que la temperatura global no suba por encima de los dos grados.

Datos que dan miedo

Por si no hubiera suficientes advertencias sobre la conveniencia de hacerlo realidad, la Organización Mundial de la Salud ha lanzado algunos datos de esos que dejan mal cuerpo. Según la OMS, el 92% de los habitantes del planeta viven en zonas de alta contaminación. Ahí queda eso. Nueve de cada diez personas respira aire contaminado. Y el 80% vive en áreas con tasas de contaminación que están por encima de los límites establecidos como peligrosos por la propia organización. Esta situación es especialmente grave en Asia y África. Otro dato escalofriante. La OMS asegura de el 90% de las muertes atribuidas a la contaminación se da en estos dos continentes.

Mapa de contaminación

Para transmitir de un vistazo el estado de las cosas, la OMS ha elaborado un mapa de polución mundial. En él se puede ver la concentración de compuestos contaminantes sobre cada área mediante una gama de colores. La franja que abarca África y todo el sur de Asía da pánico. Un rojo radioactivo marca la larga zona en la que hay más de 70 partículas contaminantes de 2,5 micras en suspensión por cada metro cúbico de aire. En una palabra, una contaminación atroz. El mapa permite al usuario buscar una ciudad determinadas y comprobar las partículas de menos de 2,5 micras y de menos de 10 micras que hay en suspensión en ese lugar.

El ejemplo de Nueva Delhi

El transporte, los combustibles domésticos, las industrias ineficaces, las plantas de energía que consumen carbón y la quema de residuos o de bosques, están elevando la contaminación de estas zonas a grados dantescos. Tanto como en Nueva Delhi, por ejemplo, con una concentración de partículas doce veces superior a Madrid. La situación ha legado a tal extremo en la ciudad que los responsables recomendaron a la población no salir de sus casas si no era extremadamente necesario y se cerraron los colegios durante tres días.