En torno al cambio climático nos estamos acostumbrando a las malas noticias. A los malos datos. A peores expectativas. Pero, ¿y si la cosa hubiera cambiado?, ¿y si se ha iniciado ya la revolución?, ¿es posible que el cambio de mentalidad ya haya sucedido y esté dando sus primeros frutos? Es lo que ahora apunta el Departamento de Energía de Estados Unidos.

Más energía limpia y más barata

Porque no somos conscientes de que los factores que han provocado el cambio climático se han ido acumulando poco a poco. De hecho, la cosa empezó hace más de cien años. Pero somos humanos, impacientes por naturaleza. Y queremos que si un día no encendemos la luz o no cogemos el coche, se note inmediatamente en la atmósfera. Pero estas cosas llevan su tiempo. Sin embargo, hay datos que apuntan a que vamos por el buen camino. El Departamento de Energía norteamericano muestra algunas cifras muy esperanzadores. Desde 2008, el coste de la energía solar ha bajado entre el 40% y el 60%. El país produce 100 gigavatios de energía limpia (75% eólica y 25% solar). Además, hay ya 500.000 coches eléctricos en las autopistas estadounidenses. Uno de los factores que ha ayudado a su expansión es la bajada del precio de las baterías de un 70%. En Estados Unidos se han colocado ya más de 200 millones de bombillas LED de bajo consumo. La reducción de su coste en más de un 90% ha sido fundamental en este aumento.

La contrarrevolución de Trump

El impacto de todos estos datos sobre el clima es algo que deberá evaluarse en los próximos años. Pero sin duda que lo tendrá. Lo que preocupa ahora a los expertos del país es el futuro. Con la inminente llegada de Trump al poder, se preguntan si revivirá la declinante industria de los combustibles fósiles. O si mantendrá la actual apuesta por las renovables. La piedra de toque será la construcción, o no, del primer parque eólico marino en Rhode Island. Sería el primer parque en alta mar construido en EEUU, a semejanza de los que ya funcionan en muchos países de Europa. “Se trata de la mayor apuesta eólica del país”, sentencia la American Wind Energy Association. Con una inversión inicial de 42,5 millones de dólares, podría generar 1 gigavatio de energía al año. Aunque toca ser optimista. Y pensar que ninguna decisión puede ya frenar esta revolución. Porque es algo global.