Pocas cosas preocupan más al hombre que la forma de su pene. Bueno, en realidad la longitud. Y sobre eso se establecen largos y jocosos debates. Jocosos o tensos, depende de la circunstancia de cada uno. Pero en el fondo no son más que tonterías que no van a ningún sitio. O quizá no sea así y sí sea una preocupación importante. Aunque no por lo que la mayoría piensa. Resulta que un grupo de científicos ha realizado una ambiciosa investigación. Han analizado nada menos que 1,5 millones de penes. Del estudio se extraen relaciones entre la forma del pene y el posible riesgo de desarrollar diferentes tipos de cáncer. Los investigadores del Baylor Collage of Medicine de Texas han concluido que las personas con el pene curvo tienen más posibilidades de desarrollar esa patología. Tener el pene curvo no es una cuestión genética. Se debe a una enfermedad conocida como enfermedad de La Peyronie. La induración plástica del pene es una afección de la banda fibrosa de los cuerpos cavernosos del pene. Esta malformación, de origen desconocido hasta l fecha, provoca que, durante la erección, el pene se curve. Los pacientes de esta enfermedad tienen un 40mpor ciento más de riesgo de contraer cáncer testicular y de estómago y un 29 por ciento más de desarrollar cáncer de piel. La enfermedad de Le Peyronie afecta a entre un 0,5 y un 1,3 por ciento de los norteamericanos. Además, hay un elevado porcentaje de la población afectada que no es consciente de padecer esta malformación. Esto dificulta el necesario control no tan solo de esa patología, también la detección precoz de esos tipos de tumores que ahora sabemos están asociados a ella.