La cosa está ya clara. O nos movemos eléctricamente o dentro de muy poco no nos moveremos. Y que esa electricidad, por cierto, sea producida por energías renovables. Lo que está claro es que el modelo de producción de energía y de transporte basado en combustibles fósiles no es sostenible. El planeta no aguanta más. O mejor dicho, la vida, nuestra vida, sobre el planeta no aguanta más. En Noruega lo tienen claro.

Ampere, la apuesta eléctrica en Noruega

La última apuesta por la movilidad eléctrica se da en uno de los medios de transporte más clásicos y necesarios del país nórdico. Se trata de los ferrys que circulan de un lado a otro de los fiordos. Estas espectaculares formaciones geológicas configuran la fisonomía del país y son uno de sus grandes atractivos turísticos. Pero también comportan desafíos para sus habitantes. Muchas veces recorrer unas decenas de kilómetros en línea recta se transforma en cientos de kilómetros por tierra. Tras dos años de ensayos, muy pronto el Ampere comenzará a surcar las aguas del mar del Norte. El nombre no deja lugar a dudas. El primer ferry eléctrico pondrá la nota sostenible a los impresionantes valles noruegos. Finalizará un conjunto ecológico perfecto. En el que por fin la mano del hombre se integra con la naturaleza y no la agrede.

Solo licencias a emisiones cero

Y será el primero de muchos. De todos. Porque las autoridades del país han elaborado una ley por la que solo se concederán nuevas licencias a transbordadores de bajas emisiones o emisiones cero. Para los responsables políticos noruegos no es solo una cuestión medioambiental. También están convencidos que el desarrollo de estas embarcaciones dinamizará la industria y el empleo en el país. De hecho, son ya diez los ferrys eléctricos o híbridos que se están construyendo en estos momentos en distintos astilleros nórdicos. Y más allá, la empresas Siemens, responsable de la construcción del Ampere, está investigando en sistemas para la conversión de los viejos transbordadores de combustión en eléctricos.