Extracción de hidrocarburos hasta el proyecto de dragado del Guadalquivir, excesiva extracción de agua del acuífero con fines turísticos, contaminación de las aguas con pesticidas y productos usados en la agricultura intensiva, las presiones urbanísticas, amenazas de proyectos de infraestructuras de carreteras atravesando el parque… La preocupación por Doñana no es algo nuevo. Hace años que la Unesco, la UE y distintas ONG vienen señalando el humedal como un espacio que debería ser protegido. Ahora, la Comisión Europea (CE) ha decidido llevar a España ante el Tribunal de Justicia de la Unión Europea por no haber tomado las medidas necesarias para proteger las masas de agua subterránea que nutren el humedal de Doñana, ni para evitar el deterioro de los hábitats de este humedal

El caso se inició en abril de 2016, con el envío a las autoridades españolas de un dictamen motivado, primer paso del procedimiento de infracción comunitario. La Comisión está preocupada por la posibilidad de que el estado del humedal se siga degradando, dado que España no cumple en la medida suficiente las obligaciones que le imponen tanto la Directiva marco sobre el agua como la Directiva sobre hábitats, según ha explicado la CE. Las medidas implantadas para garantizar la gestión de los hábitats de Doñana  son, para Bruselas, “insuficientes”, y su ejecución “defectuosa".

Bruselas ha recordado que el humedal de Doñana es uno de los mayores de Europa, que contiene varios parajes con zonas designadas de la red Natura 2000 y alberga una gran diversidad de ecosistemas y un importante catálogo de flora y fauna, incluidas especies en grave peligro de extinción como el águila imperial, el lince ibérico y la tortuga mora. Además, por su ubicación, forma parte de la ruta migratoria que emprenden cada año millones de aves.