Arranca el otoño, y con él la I Semana Contra el Desperdicio Alimentario, que se celebrará durante la semana del 24 al 30 de septiembre en toda España e impulsa Aecoc (Asociación de Fabricantes y Distribuidores, que agrupa a las empresas de gran consumo (más de 28.000 compañías que suponen cerca del 20% del PIB) con el fin de ayudar a frenar el problema de las toneladas de alimentos que acaban cada año en la basura. En España, se calcula que son 7,7 millones de toneladas, lo que nos ubica en el séptimo lugar en el ranking de países europeos que más comida desperdician.

La semana se realiza en el marco de la campaña 'La Alimentación no tiene desperdicio' que AECOC puso en marcha en 2012 y en la que participan más de 450 compañías. La industria alimentaria, la distribución, las empresas de restauración y las organizaciones del sector primario y de consumidores se han sumado a esta idea que se desarrollará en la doble vertiente de poner en valor los alimentos y ofrecer información y recomendaciones al consumidor para que haga un buen uso de ellos, evitando así su desperdicio.

Recientemente, la Universidad Politécnica de Madrid (UPM) calculaba la huella hídrica de los españoles asociada al desperdicio de alimentos, tanto los que sobran en el plato como los que caducan y/o se estropean antes de consumirlos). Esto es, se analizaba la cantidad de agua necesaria para producirlos que se despilfarra, estimando que ésta equivale a más de 131 litros por persona y día. Y según el documento, que analizaba el periodo entre octubre de 2014 y septiembre de 2015, la huella hídrica asociada al desperdicio de alimentos se ha estimado en 2.095 hm3 para toda España, equivalente a 131 litros (o a una bañera llena de grandes dimensiones) por persona y día. El estudio recuerda además que las previsiones demográficas para 2050 cifran la población mundial en más de 9.000 millones de personas en el mundo, lo que implicaría la necesidad de aumentar la producción de alimentos entre un 50% y un 60% para los próximos decenios.