Nuestro metabolismo tiene dos tipos de tejido graso: uno, adiposo blanco que almacena calorías extra. Otro pardo o marrón, un tipo de grasa “buena” que las quema para generar calor. Un nuevo estudio dirigido por científicos españoles, liderado por científicos del Centro Nacional de Investigaciones Cardiovasculares (CNIC) y publicado en la revista Plos Biology  ha desvelado el mecanismo por el que esta última se activa. Este hallazgo podría contribuir a controlar la obesidad y enfermedades relacionadas con ella, como la diabetes. El descubrimiento permitiría manipular esa grasa parda, un tipo de grasa “buena” que quema energía para mantener la temperatura corporal adecuada y que favorece que el organismo queme la energía almacenada en michelines.

La investigación se ha desarrollado en el marco de los estudios que, en los últimos años, tratan de entender el funcionamiento del tejido adiposo, para dar respuesta a las cas 2.200 millones de personas sufren sobrepeso u obesidad en el mundo. La mayoría de la grasa que hay en humanos es blanca -la parda solo se encuentra a la altura de la yugular-, de ahí el interés en tratar de convertir la blanca en parda para combatir la obesidad.